Cinco cosas que aprendimos en la Semana 2 de la NFL: Los Chiefs ya no están entre la élite

Patrick Mahomes y compañía no tuvieron suficiente poder ofensivo para descifrar a la defensa de los Eagles. Además, los Colts pintan para ser la gran sorpresa de la temporada, mientras que Lions y Bears avanzan en direcciones opuestas.
Patrick Mahomes y los Chiefs suman dos derrotas consecutivas en la actual campaña.
Patrick Mahomes y los Chiefs suman dos derrotas consecutivas en la actual campaña. / Jamie Squire/Getty Images

Hasta ahora, la Semana 2 ha dejado varias historias inesperadas en la NFL.

Levanten la mano quienes pensaban que los Chiefs empezarían 0-2 y los Colts 2-0. Manténganla arriba si también creían que Cowboys y Giants entregarían un partido tan entretenido como el thriller de la semana pasada entre Bills y Ravens.

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Sí, ha sido un domingo sorprendente, aunque los favoritos en las apuestas siguen ganando con frecuencia. Un reconocimiento a los Ravens por mantener con vida a miles de quinielas de “survivor pool”, aplastando a los Browns para recuperarse tras la dolorosa derrota frente a Buffalo.

Siguiendo en la AFC Norte, los Bengals están 2-0, lo cual resulta algo sorprendente considerando lo mucho que han sufrido en septiembre en los últimos años. Pero podrían estar al borde de otra temporada perdida, dependiendo del tiempo de recuperación de Joe Burrow, quien se lesionó un dedo del pie contra los Jaguars.

Esto es lo que aprendimos en la Semana 2 de la NFL:

Los Chiefs ya no están en la misma liga que los Eagles

Los Eagles se han convertido en una apuesta segura para entrar cada año a los playoffs gracias a lo consistentes que son en los detalles. Su capacidad para convertir terceros y cortos casi de manera automática ha sido desmoralizante para rivales inferiores en temporadas recientes.

Los Eagles suelen necesitar algo más que apoyarse en el famoso tush push para vencer a los verdaderos contendientes, pero les ha resultado sencillo imponerse a los Chiefs en sus últimos dos enfrentamientos, incluida la victoria del domingo 20-17 y la paliza en el Super Bowl LIX.

Ahora bien, esto no significa necesariamente que los Chiefs hayan dejado de ser contendientes, pese al preocupante arranque 0-2. Pero sí es claro que se han convertido en un rival inferior frente a unos Eagles invictos.

Kansas City lució indefenso cada vez que Filadelfia se enfrentó a una situación de corto yardaje. Nadie en la ofensiva de los Eagles parecía preocupado por convertir un cuarta y una cerca de la zona de gol, después de que Jalen Hurts se quedó corto en el cuarto periodo. En cuanto a los Chiefs, seguramente extrañaron los tiempos en que los rivales se conformaban con goles de campo en lugar de arriesgarse en cuarta oportunidad. Por supuesto, Hurts consiguió el touchdown en la siguiente jugada para poner el marcador 20-10 con 7:48 por jugar.

El partido estaba prácticamente liquidado en ese punto, y no hubo muchas esperanzas para Kansas City ni siquiera después de que Patrick Mahomes por fin conectara un bombazo de 49 yardas para touchdown en los últimos tres minutos. Ni los Eagles ni el resto de los contendientes perderán el sueño por los envíos largos de Mahomes a Tyquan Thornton, no cuando a los Chiefs los dominan en la línea de golpeo. No cuando Travis Kelce comete más errores que jugadas: dejó caer un pase cerca de la zona de anotación que terminó convertido en una intercepción con regreso de 41 yardas por parte del novato Andrew Mukuba.

Estos Chiefs todavía pueden —quizá— infundir algo de miedo en sus rivales. Solo que no contra los poderosos Eagles, que claramente les tienen tomada la medida.

Los Colts podrían convertirse en la sorpresa del año

Al igual que la semana pasada, la mayoría de los favoritos en las apuestas cumplieron en la Semana 2. Pero hubo una sorpresa importante cortesía de un aspirante inesperado a playoffs.

No muchos predijeron que los Colts estarían 2-0 después de que el coach Shane Steichen anunciara el mes pasado a Daniel Jones como mariscal titular por encima de Anthony Richardson.

Indianápolis se mantuvo invicto tras aprovechar los múltiples errores de los Broncos, que cayeron 29-28 luego de un gol de campo de 45 yardas de Spencer Shrader en los últimos segundos. Shrader había fallado primero un intento de 60 yardas, pero recibió una segunda oportunidad gracias a una penalización de 15 yardas contra Denver.

Jones sabe bien lo que es el daño autoinfligido tras sus caóticos días con los Giants. Aunque hay que reconocerle que en Indy ha jugado con disciplina como mariscal titular. Jones, que no ha lanzado intercepciones esta temporada, volvió a confiar en el esquema de Steichen y se apoyó en la estrella Jonathan Taylor, quien corrió para 165 yardas en 25 acarreos. Jugar dentro del sistema le permitió establecer ritmo, completando 23 de 34 pases para 316 yardas y un touchdown ante Denver.

Quizá aún sea pronto para llamar a los Colts contendientes a playoffs, pero están limitando los errores en ambos costados del balón. La defensa jugó con fundamentos y esperó a que Bo Nix cometiera errores que cambiaran el rumbo. Esta podría ser una derrota costosa para Denver (1-1) si más adelante se encuentra peleando con Indianápolis por un lugar en la postemporada.

Bengals, al borde de desperdiciar otra temporada en el mejor momento de Burrow

El mariscal de campo Joe Burrow no pudo apoyar el pie tras lesionarse el tobillo contra los Jaguars.

Por la razón que sea, los Bengals han tenido arranques de septiembre muy complicados en los últimos años: ofensivas estancadas y un Burrow lidiando con lesiones.

Este primer mes de temporada no ha sido diferente. Burrow se lesionó un dedo del pie y salió antes de tiempo en la victoria de remontada 31-27 sobre Jacksonville. Cincinnati apenas generó 17 puntos en la fea victoria de la Semana 1 contra Cleveland, que después fue aplastado por Baltimore 41-17.

De hecho, hay una razón para los problemas de los Bengals en septiembre. Siguen armando planteles mediocres que lucen bien en la superficie gracias al “big three” de Burrow, Ja’Marr Chase y Tee Higgins. Pero tener dos receptores estelares no se ha traducido en victorias, porque la línea ofensiva no puede proteger al quarterback franquicia y la defensa no puede sostener ventajas.

No puede ser coincidencia que Burrow haya sufrido lesiones costosas en múltiples partidos a lo largo de su carrera, remontándonos a la rotura de ligamento en su temporada de novato. Aún no se sabe si se perderá juegos por la lesión en el dedo del pie, pero si lo hace, los Bengals enfrentan un calendario complicado: Vikings, Broncos, Lions y Packers en las próximas cuatro semanas.

El inicio 2-0 ayuda, y también contar con un suplente competente como Jake Browning, quien se apoyó en Chase (14 recepciones, 165 yardas, un touchdown) y Higgins (tres recepciones, 56 yardas, un touchdown) para sacar la victoria el domingo. Aun así, Browning es conocido por sus altibajos, como lo demostraron sus tres intercepciones ante Jacksonville. Y tampoco ayudó que ni Burrow (7 de 13, 76 yardas, un touchdown) ni Browning (21 de 32, 241 yardas, dos touchdowns) tuvieran mucho tiempo para lanzar detrás de esta línea ofensiva tan pobre.

Si Burrow se pierde partidos y los Bengals vuelven a quedarse fuera de playoffs por otro inicio flojo de temporada, quizá esta vez la directiva despierte y priorice la defensa y la línea ofensiva en la próxima agencia libre.

La defensa de los Cowboys seguirá lastimando a la ofensiva de Dak

El duelo de locura entre Cowboys y Giants dejó mucho material, pero lo que más me vino a la mente fue el jugador que Dallas envió a Green Bay dos semanas antes del inicio de la temporada. Quizá los Cowboys (1-1) no habrían sufrido hasta el último segundo de su victoria 40-37 en tiempo extra si tuvieran un mejor pass rush o un hombre diferencial en defensa como Micah Parsons.

Dak Prescott (38 de 52, 361 yardas, dos touchdowns, una intercepción) respondió en los dos primeros juegos del año, pero esta ofensiva dinámica de Dallas podría convertirse en la versión 2024 de los Bengals: espectacular al ataque, pero con una defensa incapaz de cubrir o presionar. Los Cowboys parecen encaminados a un récord de 8-9 o 9-8, con muchos partidos definidos por una sola anotación debido a la combinación de gran ofensiva y pésima defensa. Parsons habría sido un activo enorme para este ataque, que encontró otra marcha con la llegada del receptor George Pickens (cinco recepciones, 68 yardas, un touchdown) y el coach Brian Schottenheimer al mando de las jugadas.

En lugar de ser un equipo de 10 victorias o más, probablemente coquetearán con la mediocridad, porque los quarterbacks rivales podrán hacer lo que Russell Wilson (30 de 41, 450 yardas, tres touchdowns, una intercepción) hizo una y otra vez el domingo: retroceder durante una eternidad y lanzar rezos desesperados a su receptor estrella. Malik Nabers (nueve recepciones, 167 yardas, dos touchdowns) respondió a menudo, aunque la osadía de Wilson terminó pasándole factura al forzar un envío que derivó en una intercepción clave, la cual preparó el gol de campo ganador de Brandon Aubrey al expirar el reloj en tiempo extra.

Dallas preferiría hablar de las jugadas decisivas de Pickens y las potentes patadas de Aubrey, pero el nombre de Parsons seguirá apareciendo hasta que la familia Jones arregle el pobre pass rush. Van a necesitar mucho más que firmar a un Jadeveon Clowney de 32 años.

Los Lions acaban con las dudas sobre su caída y aplastan a los Bears

Las sobrerreacciones de la Semana 1 en torno a los Lions fueron exactamente eso: sobrerreacciones.

Detroit le dejó claro al resto de la liga que no piensa irse a ningún lado en la pelea por el Super Bowl tras aplastar a los Bears 52-21. La ofensiva demoledora de los Lions hizo esa declaración a costa de su excoordinador ofensivo, Ben Johnson, quien aprendió de la manera difícil por qué la organización de Chicago no ha hecho casi nada bien desde los años ochenta.

Los Lions (1-1) se ganaron el beneficio de la duda—al contrario de los Bears (0-2)—por su capacidad de sobreponerse a derrotas planas. Aun así, muchos olvidaron lo que el coach Dan Campbell y el gerente general Brad Holmes han construido en los últimos cuatro años, y en su lugar reaccionaron de más a la fea derrota inaugural contra los Packers, descartando prematuramente a esta ofensiva solo porque Johnson ahora trabaja en Chicago.

Resultó que Jared Goff no estaba en declive con el nuevo responsable de las jugadas ofensivas, John Morton. Goff (23 de 28, 334 yardas, cinco touchdowns) se apoyó en sus principales armas, Amon-Ra St. Brown (nueve recepciones, 115 yardas, tres touchdowns) y Jameson Williams (dos recepciones, 108 yardas, un touchdown), para anotar 24 puntos sin respuesta y tomar una ventaja de 31 puntos al inicio del último cuarto. Detroit terminó con la asombrosa cifra de 511 yardas totales.

El nuevo coordinador defensivo de los Lions, Kelvin Sheppard, también recibió una actuación brillante de su unidad. Caleb Williams (19 de 30, 207 yardas, dos touchdowns, una intercepción) volvió a mostrar su estilo caótico fuera de la bolsa de protección, lo que derivó en errores costosos en una derrota bochornosa.

Preocupa que Johnson no haya logrado que Williams distribuya mejor el balón entre su amplio grupo de playmakers. El mariscal se obsesionó con Rome Odunze (siete recepciones, 128 yardas, dos touchdowns) y prácticamente ignoró a DJ Moore (cinco recepciones, 46 yardas), además de no recurrir a sus alas cerradas Cole Kmet (dos recepciones, 29 yardas) y Colston Loveland (un envío en su dirección). Todo apunta a que será otra temporada larga en Chicago.

Publicado originalmente en www.sportsillustrated.com el 15/09/2025, traducido al español para SI México.


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Gilberto Manzano
GILBERTO MANZANO

Gilberto Manzano is a staff writer covering the NFL for Sports Illustrated. After starting off as a breaking news writer at NFL.com in 2014, he worked as the Raiders beat reporter for the Las Vegas Review-Journal and covered the Chargers and Rams for the Orange County Register and Los Angeles Daily News. During his time as a combat sports reporter, he was awarded best sports spot story of 2018 by the Nevada Press Association for his coverage of the Conor McGregor-Khabib Nurmagomedov post-fight brawl. Manzano, a first-generation Mexican-American with parents from Nayarit, Mexico, is the cohost of Compas on the Beat, a sports and culture show featuring Mexican-American journalists. He has been a member of the Pro Football Writers of America since 2017.