Wembanyama lucha, pero los Knicks conquistan la NBA Cup

Esta noche la historia la escribió Nueva York, que conquistó la NBA Cup. Los Knicks derrotaron 124-113 a San Antonio en una final intensa en Las Vegas. Liderados por Jalen Brunson, OG Anunoby y Karl-Anthony Towns, los neoyorquinos resistieron los embates de Victor Wembanyama y los Spurs para sellar una victoria histórica que quedará en la memoria de la afición.
Nueva York no tenía, hasta esta noche, la posibilidad de competir por un título que la franquicia no celebra desde 1973. Perdió las Finales de la NBA de 1999 ante San Antonio y, aunque lo que estaba en juego no era un campeonato de la liga, la NBA Cup representaba una oportunidad real: de ganarla, los Knicks se convertirían en el tercer equipo distinto en levantar el trofeo desde su creación.
La final comenzó con más tensión que brillo. En Las Vegas, bajo las luces de un escenario diseñado para el espectáculo, Spurs y Knicks salieron a jugar un partido que oficialmente no cuenta para el récord de la temporada regular, pero que desde el salto inicial se sintió cargado de significado. No moverá las estadísticas, pero hay partidos que no necesitan validación numérica. Es un título.
Para entender el peso del cruce hay que volver al 25 de junio de 1999, cuando los San Antonio Spurs conquistaron el primer campeonato de la NBA en la historia de la franquicia tras derrotar a los New York Knicks en cinco partidos. Fue el primero de los cinco títulos que San Antonio ganaría con el paso de los años. Fue la última vez que los Knicks disputaron unas Finales de la NBA.
Veintiséis años después, el escenario era distinto. No eran las Finales, sino la final de la tercera edición de la NBA Cup, el torneo de mitad de temporada que nació en 2023-24. Se juega en terreno neutral, con un trofeo en juego y un incentivo adicional: cada jugador del equipo campeón recibirá 477.840 dólares. Spurs y Knicks volvían a cruzarse lejos de casa, con pasado, presente y futuro compartiendo la misma cancha.
Inicio tenso y respuesta inmediata de San Antonio
En la duela, los Knicks golpearon primero, aunque su líder, Jalen Brunson, tardó en entrar en ritmo y pasó buena parte del primer cuarto sin anotar. Karl-Anthony Towns abrió el marcador con un triple que marcó el pulso inicial del partido.
San Antonio respondió con agresividad defensiva y mayor intensidad física. La reacción fue inmediata: los Spurs remontaron y tomaron ventaja 14-12, justo antes del ingreso de Victor Wembanyama.
El francés volvió a la duela con restricciones de minutos, tras una distensión en la pantorrilla izquierda, según confirmó su entrenador. El plan era claro: no jugar su tiempo habitual y ser sustituido temprano. Aun así, su impacto se sintió desde el primer contacto.
Tras el primer descanso, Nueva York recuperó la fluidez ofensiva. OG Anunoby se consolidó como el eje del ataque y llegó a ocho puntos cuando restaban cinco minutos del periodo. Por San Antonio, Harrison Barnes y Devin Vassell lideraron con seis y siete unidades.
A falta de 4:02, los Knicks se pusieron arriba 21-19. Brunson apareció entonces con un triple clave para el 24-21 y cerró el primer cuarto con siete puntos. Wembanyama anotó sus primeros dos tantos a dos minutos del final antes de volver al banco, fiel al manejo de carga.
El cierre fue errático, con muchos tiros fallados, pero intenso. Un doble de Nueva York y un triple de Keldon Johnson empataron el marcador en 28. De’Aaron Fox, desde la línea y luego atacando el aro, dio a los Spurs la ventaja 30-28 al término del primer periodo.
San Antonio acelera, OG sostiene a los Knicks
El segundo cuarto comenzó con Luke Kornet, quien anotó para San Antonio, que estiró la diferencia a 33-30 y luego a 35-30. OG Anunoby respondió con una jugada de tres puntos y confirmó su rol como el jugador más consistente de los Knicks, llegó a 13 unidades.
El partido se abrió. Ambos equipos intercambiaron canastas, con dos triples de Harper y una volcada de Kornet que llevaron el marcador a 43-37. Nueva York falló desde media distancia y los Spurs aprovecharon.
Wembanyama regresó con 8:54 por jugar. Tyler rompió la sequía de los Knicks con un triple (43-40), pero San Antonio mantuvo el control. Con el marcador 46-40, Wembanyama impuso presencia defensiva con dos bloqueos consecutivos. La grada festejó.
OG respondió con un triple para llegar a 16 puntos, apoyado por el trabajo de Mitchell Robinson en los rebotes. Vassell sumó nueve con una volcada que levantó a la tribuna y Castle agregó otra tras una buena acción defensiva: 50-43.
San Antonio cerró el periodo con 54% de efectividad en tiros de campo, frente al 43% de Nueva York. Brunson rompió un largo lapso sin anotar con un doble al 4:15 (50-45), alcanzó 11 puntos, antes de que Wembanyama volviera a descansar.
Los últimos dos minutos fueron frenéticos: 52-48, 54-49, 54-51, 54-53. Brunson fue a la línea y el público coreó “MVP…MVP…”; mientras acercaba a los Knicks a 56-55. Devin Vassell respondió con un triple oportuno para el 59-55.
OG volvió a aparecer. Primero penetró para el 59-57 y luego culminó una descolgada para empatar en 59 y llegar a 20 puntos. Fox, con sangre fría, cerró la primera mitad con una canasta que devolvió la ventaja a San Antonio: 61-59 al descanso.
El tercer cuarto se convierte en el escenario de Wembanyama
Tras el entretiempo, los Spurs golpearon de inmediato. Un triple puso el 64-59 y otro estiró la diferencia a 69-61. San Antonio encontraba espacios y castigaba cada desajuste defensivo.
Entonces comenzó el show de Victor Wembanyama. El francés anotó su tercera canasta de la noche y amplió la ventaja a 74-68. Hasta ese momento, Harper y Devin Vassell eran los máximos anotadores de San Antonio con 12 puntos cada uno. Los Spurs volvieron a despegarse 78-69.
Los Knicks reaccionaron con un triple de Towns para el 78-71, pero Harper respondió de inmediato desde el perímetro para el 81-71. Con 3:06 por jugar, el marcador se apretó a 84-79. La respuesta volvió a llegar desde las manos de Wembanyama: triple frontal para el 87-79 y, en la siguiente posesión, un doble atacando el aro para el 89-79.
Nueva York descontó, pero Wembanyama volvió a castigar. Anotó otro triple y elevó su cuenta a 14 puntos, multiplicó su producción tras haber sumado apenas seis en los dos primeros cuartos.
Con 1:23 en el reloj, San Antonio ganaba 92-87. Los Knicks respondieron con un triple, pero el francés apareció una vez más. Pisó la línea en su siguiente intento desde el perímetro —el triple quedó en doble— y llegó a 16 puntos para el 94-87.
Con esa canasta, Wembanyama se convirtió en el máximo anotador de los Spurs, superó a Harper y a De’Aaron Fox, ambos con 15. Limitado en minutos, pero decisivo en impacto, cerró el tercer cuarto como la figura del partido y con San Antonio en control de la final.
El último cuarto: Nueva York rompe el dominio y conquista
El último cuarto arrancó con el pulso acelerado. Mitchell Robinson abrió con un doble para acercar a Nueva York a 94-91. Wembanyama respondió desde la defensa con una tapa, pero los Knicks no soltaron la presión: empataron el juego y, acto seguido, Jordan Clarkson clavó un triple que les devolvió la ventaja, 97-94. No era la primera vez que Nueva York se ponía al frente en la noche, pero sí el momento en que rompió el dominio sostenido de San Antonio, después de remar contra corriente durante buena parte del partido.
OG Anunoby (22 puntos), Jalen Brunson (19) y Karl-Anthony Towns (16) encabezaban el ataque de Nueva York. Del lado de San Antonio, Wembanyama con 16, Harper y Fox con 15 mantenían a los Spurs en pelea. A 10:17 del final, comenzaba la lucha por el tercer título de la NBA Cup en la historia.
Nueva York defendió mejor y eligió con claridad sus tiros. San Antonio falló un triple y OG castigó desde el perímetro: 100-95. Wembanyama volvió al banco para dosificar minutos. Brunson respondió con un doble (102-97) y otro más (104-97). La intensidad creció: triple de San Antonio, falta ofensiva, challenge, falta técnica al entrenador… un ida y vuelta que reflejaba la tensión de la final. San Antonio descontó 104-99, pero Nueva York mantuvo el control.
Robinson anotó un doble más (106-99). San Antonio respondió (106-101), pero los Knicks ya marcaban el pulso. Con 4:49, Wembanyama regresó y fue a la línea: anotó dos tiros libres y llegó a 18 puntos (110-107). Brunson respondió con un doble para 112-107, y Nueva York castigó con un triple: 115-110. La defensa de los Knicks frenó los últimos embates de los Spurs.
Con dos minutos por jugar, OG apareció de nuevo: triple para 118-110. Harper y Wembanyama lideraban a San Antonio con 18, pero no alcanzaba. La tribuna explotó: “¡Vamos, Knicks!”. Y brincaba en la duela Spike Lee. A 30 segundos del final, 120-110. San Antonio se desfondó. El reloj corrió y, cuando sonó la bocina, el marcador final fue 124-113.
La banca de los Knicks invadió la cancha. No era un campeonato de la NBA, pero sí un título histórico: Nueva York levantó la NBA Cup, un trofeo que simboliza la constancia, la resiliencia y, sobre todo, la posibilidad de volver a celebrar.
