Cal Raleigh, el catcher que quiere reescribir la historia del poder en la Liga Americana

Es escandaloso para los más puristas del deporte que Cal Raleigh, un hombre dueño de un apodo tan burdo como “Big Dumper” —trasero grande, en español— esté disputándole el MVP y el récord de jonrones de la Liga Americana a Aaron Judge, el majestuoso e inmaculado capitán de los Yankees de New York.
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Sin embargo, en este 2025, el catcher de los Marineros de Seattle está trastocando todas las jerarquías: lidera las Grandes Ligas en jonrones con 35 —más que ningún receptor en la historia antes del All-Star Break y con la mira puesta en los 39 que estableció Barry Bonds como récord absoluto— y proyecta alcanzar 67 cuadrangulares esta temporada, una cifra que rebasaría el total (62) con el que Aaron Judge se coronó como soberano de la Liga Americana en 2023.
CAL RALEIGH.
— MLB (@MLB) June 24, 2025
32 HOME RUNS. pic.twitter.com/AtcUdgGuwx
Nacido en Cullowhee, Carolina del Norte —una comarca agreste de montes sombríos y orgullo rural—, Raleigh creció entre diamantes universitarios. Hijo del coach Todd Raleigh —quien será su pitcher cuando participe en el Home Run Derby de MLB el próximo lunes 14 de julio— Cal aprendió temprano que el beisbol es un oficio sin atajos: una labor que premia el trabajo y la disciplina.
Cal Raleigh had a practice round for the 2025 Home Run Derby at T-Mobile Park with dad Todd pitching for the first time.
— Seattle Sports (@SeattleSports) July 1, 2025
Afterward, the father-son duo spoke with #Mariners insider @shannondrayer about the experience. pic.twitter.com/tsVXUPu4H6
“Cal hace mucho trabajo entre bastidores que normalmente nadie vería. Para un partido a las siete, está aquí al mediodía. Preparando, preparándose, planificando el partido”, le dijo Ty France, ex compañero de los Marineros al The Athletic.
Porque, francamente, lo de Raleigh desafía la lógica. Mientras sacude récords escritos por los más grandes y poderosos bateadores del juego como Barry Bonds y Mark McGwire, Cal se desempeña con maestría en la posición más exigente y desgastante del diamante: la receptoría, donde su excelencia defensiva ya le valió un Guante de Oro en 2024. La prueba de su ojo clínico es que, desde que debutó en 2022, los Marineros tienen la tercera mejor efectividad de la MLB.
Ahora, hay que ser realistas, ¿tiene verdaderas posibilidades de ganar el MVP? Con Aaron Judge en el panorama, es complicado, aunque no imposible.
La última ocasión en que un cátcher se alzó con el premio al Jugador Más Valioso fue en 2009, cuando Joe Mauer dominó por completo los principales rubros ofensivos de la Liga Americana, liderando en promedio de bateo, porcentaje de embasado, slugging y OPS, categorías en las que el capitán de los Yankees supera a Raleigh con creces.
Pero eso no le resta méritos a su hazaña, pues desde la posición más extenuante del diamante se atreve a desafiar los parámetros de poder que parecían reservados para los bateadores designados o a los gigantes del outfield. Además, está forjando esta proeza ofensiva en el cavernoso T-Mobile Park —su hogar asegurado por al menos seis años tras firmar una extensión de 105 millones de dólares—, un cementerio habitual de cuadrangulares que no ha sido insuficiente para sofocar su furia.
Quizá no tenga el aura imperial de Judge ni el porte marmóreo de la leyenda neoyorquina, pero Cal Raleigh está construyendo, swing tras swing, una narrativa que se resiste a la ortodoxia
