MLB: Cal Raleigh desafía a Aaron Judge en una histórica carrera por el MVP de la Liga Americana

Judge firma otra temporada monumental con los Yankees, pero Raleigh reescribe la historia con 60 jonrones como catcher. Dos caminos distintos chocan en la carrera más fascinante por el Jugador Más Valioso en años.
Aaron Judge y Cal Raleigh son los principales candidatos al MVP de la Liga Americana
Aaron Judge y Cal Raleigh son los principales candidatos al MVP de la Liga Americana / Getty Images

No queda más que considerarnos afortunados. Hemos sido elegidos para presenciar un final de Temporada Regular 2025 de la MLB  en el que el beisbol vuelve a reclamar su lugar como relato, fiel a ese viejo mito —apócrifo o no, qué importa— de que alguna vez Einstein lo llamó el rey de los deportes.

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En los últimos días de la campaña, la lucha por el MVP de la Americana en 2025 enfrenta a dos figuras históricas. De un lado está Aaron Judge, jardinero de los Yankees de New York y heredero de la estirpe de los colosos bombarderos del Bronx; del otro, Cal Raleigh, el catcher de los Marineros de Seattle que carga con el peso más cruel de este juego encorvado tras el plato, construyendo su grandeza a través del desgaste. 

Raleigh ha tenido una temporada sin precedentes para un receptor: 60 jonrones, 125 carreras impulsadas y una serie de récords rotos mientras lidera a los Mariners hacia su primer título divisional desde 2001—sí, desde aquella histórica temporada en la que el equipo ganó 116 juegos—. Judge, por su parte, ha registrado una de las más impresionantes campañas ofensivas de su carrera: 1.140 de OPS, 51 cuadrangulares, .457 de porcentaje de embasado y encabeza las Grandes Ligas en prácticamente todos los renglones ofensivos clave. 

Tal vez haya que remontarse al verano de 1998, cuando Mark McGwire y Sammy Sosa convertían cada juego en una vertiginosa persecución del récord de más jonrones en una temporada de Roger Maris, para encontrar una trama de fin de temporada regular tan magnetizante como esta, capaz de polarizar simpatías y de ofrecer, día a día, la sensación de estar asistiendo a un acontecimiento irrepetible. 

Aquella fue la temporada de la fascinación por la bola larga; esta es, en cambio, la de una disyuntiva que enfrenta lo más puro de la ofensiva con la exigencia descomunal de la defensa detrás del plato. Judge, el bateador derecho más temido del beisbol moderno, contra Raleigh, el catcher que desde la posición más demandante del beisbol ha firmado la mejor temporada ofensiva que se recuerde para un receptor.

La posición más difícil del beisbol

Cal Raleigh firmó la temporada ofensiva más impresionante para un receptor en la historia de la MLB
Cal Raleigh firmó la temporada ofensiva más impresionante para un receptor en la historia de la MLB / Getty Images

Para empezar, que un catcher siquiera figure en estas discusiones es una rareza y la historia lo confirma: 18 receptores han ganado el premio al Jugador Más Valioso desde que el premio se implementó por primera vez en 1931. Desde Thurman Munson —ganador del reconocimiento en 1976— solo tres receptores han logrado alzarse con un MVP: Iván “Pudge” Rodríguez en 1999, Joe Mauer en 2009 y Buster Posey en 2012. 

En cambio, los jardineros han dominado históricamente el galardón: 76 veces —repartidas entre centrales, derechos e izquierdos—. Y no es casualidad. El outfield ha sido siempre la vitrina del poder y la producción ofensiva, donde habitaron nombres como Joe DiMaggio, Ted Williams, Willie Mays o, en tiempos más recientes, Mike Trout y el propio Judge.

La temporada de Cal Raleigh, así como la de todos los catchers, difícilmente puede reducirse a una línea de estadísticas. Ser receptor es una posición que rara vez produce ofensiva descomunal y que, históricamente suele desgastar más de lo que impulsa.

Y sin embargo, el "Big Dumper" lo ha hecho.

Los Marineros de Seattle lograron el campeonato de la División Oeste por primera vez en 24 años
Los Marineros de Seattle lograron el campeonato de la División Oeste por primera vez en 24 años / Getty Images

Este 2025 Raleigh estableció una nueva marca de cuadrangulares para un catcher —superó por 12 cuadrangulares (25%) los 48 de Salvador Pérez en 2021— mientras disputaba 120 juegos detrás de home. Lejos de limitarse a resistir, firmó una sucesión de episodios memorables. 

Basta recordar aquella noche en Kansas City cuando intentó detener un lanzamiento descontrolado que botó en la tierra; terminó golpeándolo de lleno en el cuello y lo dejó sin aliento durante unos minutos. Pero cuando regresó a la caja de bateo, lo hizo para conectar a la zurda su jonrón número 55 y superar la marca de Mickey Mantle con más cuadrangulares en una temporada como bateador ambidiestro (54 bambinazos en 1961)

Unos días después, se convirtió en el bateador con más jonrones en una temporada en la historia de la franquicia de los Mariners tras superar los 57 del legendario Ken Griffey Jr.

Y lo hizo, además,  jugando la mitad de sus encuentros en el T-Mobile Park —casa de los Marineros de Seattle— el estadio más hostil para la ofensiva en todas las Grandes Ligas. 

De acuerdo con Statcast, el estadio se ha consolidado como el escenario más adversos para los bateadores en toda la MLB. Su factor de parque calculado en 91, indica que entre 2023 y 2025 la producción ofensiva ha sido un 9% menor respecto al promedio de la Liga.  En contraste, el Yankee Stadium —donde Judge ha jugado la mayoría de los encuentros— presenta un Park Factor de 100, es decir, condiciones perfectamente neutrales. 

Hablemos de números

Aaron Judge es autor de una de las temporadas más espectaculares para un bateador derecho en MLB
Aaron Judge es autor de una de las temporadas más espectaculares para un bateador derecho en MLB / Getty Images

Frente a esa proeza se erige Judge, dueño de la línea ofensiva más imponente de la temporada. Y aquí es donde entran en juego las métricas modernas con las que los jugadores son calificados para tratar de descifrar su verdadero valor en el juego.

Entre ellas, quizá ninguna es tan decisiva como el WARWins Above Replacement—, ese intento de resumir con una fórmula todo lo que un pelotero aporta a su equipo: desde su producción ofensiva hasta su defensa y corrido de bases, comparado con lo que haría un jugador de reemplazo. 

El resultado es un número que demuestra “cuántas victorias más aporta en comparación con un pelotero de nivel de reserva en su misma posición (por ejemplo, un jugador de Ligas Menores o un agente libre suplente fácilmente disponible)”, explica MLB.com.

Según Baseball Reference, Judge alcanza un asombroso 9.2 de WAR en 2025, cifra que lo coloca no solo en la cima de la Liga Americana, sino en un territorio reservado a las temporadas más memorables de cualquier época. Raleigh, en ese mismo cálculo, aparece con 7.3: un registro notable, pero claramente insuficiente frente a la magnitud del Juez.

Sin embargo, cuando se observan las tablas de FanGraphs, el panorama cambia. FanGraphs, que es una de las principales plataformas de análisis avanzado de beisbol, le concede un mayor peso y valor al trabajo de los receptores y su labor invisible, que muchas veces pasa desapercibida. Allí, Raleigh asciende hasta un 9.1 de WAR y de pronto la brecha con Judge se reduce. 

Aun así, lo del Capitán de los Yankees se siente casi indiscutible.

No hay matiz que diluya su temporada. 

Batea .330 de promedio, con 175 hits, 51 jonrones, 109 impulsadas y 12 bases robadas, además de un OBP de .457, un slugging de .683, un OPS de 1.140 y un OPS+ de 214.

Supera a Raleigh en prácticamente todos los apartados ofensivos salvo en jonrones —60 de Raleigh por 51 de Judge— y en impulsadas —125 contra 109—. Y aunque podría discutirse que su promedio de bateo de .330, frente al .247 del catcher, pertenece a una estadística cada vez más obsoleta en la era de las métricas avanzadas, la ventaja es amplia y contundente. 

Con Aaron Judge como capitán del equipo, los Yankees aseguraron su pase a los Playoffs de MLB 2025
Con Aaron Judge como capitán del equipo, los Yankees aseguraron su pase a los Playoffs de MLB 2025 / Getty Images

¿Con qué criterios se elige a un MVP?

Y ese es el dilema del premio: ¿cómo ponderar el valor de un catcher que además golpea la pelota con violencia histórica? En otras épocas, figuras como Yogi Berra o Roy Campanella lograron tres MVP cada uno sin dominar en estadísticas modernas como WAR, porque los votantes entendían el peso de sostener a un equipo desde la máscara. Hoy, en plena era del dato, métricas defensivas discutibles han terminado por marginar a los receptores del debate. Raleigh, con su monumental campaña, obliga a reabrirlo.

Más allá de los números, están también los intangibles, que convierten el MVP en un ejercicio de votación humano, imperfecto —¿como el Altuve en 2017? ¿como el de Pudge en 1999?— y apasionante. Por eso no lo decide un algoritmo ni un sistema que ordena columnas de estadísticas, sino votantes que ponderan lo que escapa a los cálculos: el peso de un capitán en el clubhouse, la forma en que un batazo cambia el pulso de una franquicia o el desgaste invisible de un receptor que juega 120 encuentros encorvado detrás del plato. 

Por eso este premio es un relato, el reflejo de cómo una temporada consigue, o no, trascender la frialdad de los números.


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Alejandra González Centeno
ALEJANDRA GONZÁLEZ CENTENO

Reportera y creadora de contenido en Sports Illustrated México.