Ranking de los candidatos al Salón de la Fama del Beisbol de las Grandes Ligas

Ocho exjugadores estarán disponibles para la elección del domingo, aunque las probabilidades no son favorables para las tres figuras vinculadas a sustancias para mejorar el rendimiento (PEDs).
Las exestrellas de los Gigantes, Jeff Kent y Barry Bonds, tendrán otra oportunidad de ser elegidos para el Salón de la Fama del Beisbol.
Las exestrellas de los Gigantes, Jeff Kent y Barry Bonds, tendrán otra oportunidad de ser elegidos para el Salón de la Fama del Beisbol. / Donald Miralle/Getty Images

Barry Bonds y Roger Clemens recibirán su duodécima oportunidad de entrar al Salón de la Fama del Beisbol este domingo, cuando el Era Committee del Salón considere a ambos y a otros seis candidatos en la boleta de jugadores de la Contemporary Era. Con base en los patrones de votación anteriores, Bonds y Clemens no lucen como los candidatos más prometedores.

Bonds y Clemens aparecieron en una boleta del Era Committee en 2023 y fallaron estrepitosamente, recibiendo menos de cuatro de los 16 votos disponibles. Cuatro jugadores con vínculos conocidos a PEDs han aparecido en boletas del comité: Bonds, Clemens, Rafael Palmeiro y Mark McGwire. Los cuatro recibieron menos de cinco votos. Palmeiro y McGwire no regresaron a esta boleta.

El Salón no revela los totales específicos de jugadores que reciben menos de cinco votos. Este año hay un nuevo matiz en los resultados: cualquier candidato que reciba menos de cinco votos quedará ineligible para la siguiente votación de la Contemporary Era en 2028. Si volviera a aparecer en una boleta posterior y nuevamente no alcanza al menos cinco votos desde la implementación de esta regla, la puerta a Cooperstown se cerrará definitivamente. Dichos candidatos con dos resultados deficientes “no serán elegibles para consideración en futuras boletas”, según la nueva norma del Salón.

La boleta incluye a tres jugadores con vínculos públicos a PEDs: Bonds, Clemens y Gary Sheffield; dos jugadores que hacen su cuarta aparición en una boleta del comité y la número 19 en general: Don Mattingly y Dale Murphy; y tres jugadores que aparecen por primera vez en una boleta del comité: Carlos Delgado, Jeff Kent y Fernando Valenzuela. Tal como en la boleta de los escritores, un candidato necesita el 75% de apoyo para ser elegido (12 de 16 votos).

Cada comité tiene una composición diferente, así que los resultados pueden ser impredecibles. Pero con base en los patrones de votación anteriores, estos son los favoritos, del más al menos probable:

1. Don Mattingly

Durante un periodo de seis años (1984–89), Mattingly lideró a las Grandes Ligas en slugging y fue uno de los mejores defensores del beisbol, una rara combinación de habilidades élite. Así es como te ganas la reputación de ser el mejor jugador del deporte año tras año.

Luego sufrió una lesión en la espalda, perdió poder y, entre los 29 y 34 años, fue un buen bateador, no uno grandioso (105 OPS+). Ese declive repentino explica por qué su porcentaje máximo en la boleta de los escritores fue de 28% (en su primer año), durante 15 intentos.

¿Su pico fue digno del Salón? Durante seis años, sí.

¿Toda su carrera fue digna? Parece que no, pero incluso con el declive, Mattingly es uno de solo 33 jugadores desde la integración del juego que han bateado .300 con 3,300 bases totales. Entre esos 33 bateadores élite, estos son los tres que se poncharon con menos frecuencia: 1. Tony Gwynn (21.4 turnos por ponche). 2. Mattingly (15.8). 3. Stan Musial (14.6). Es una lista impresionante de artesanos del bateo. Mattingly registró más bases por bolas (588) que ponches (444).

Pero aún hay más. Mattingly tampoco terminó ahí. Dirigió durante 12 temporadas. No, no es un mánager de calibre Salón de la Fama, pero los votantes deben considerar la contribución total de un candidato al beisbol. Doce años dirigiendo no son el eje de su caso, pero cuentan al evaluar una vida dedicada al deporte.

Piénsalo como un diagrama de Venn. En un círculo están todos los bateadores que alcanzaron 2,000 hits de por vida, un subconjunto de 298 jugadores. En el otro están todos los mánagers que dirigieron 1,800 juegos, un subconjunto de 74. La intersección de ambos logros es diminuta: solo siete personas. Mattingly es una de ellas. Cuatro de los otros seis están en el Salón (Joe Torre, Joe Cronin, Frank Robinson y Red Schoendienst).

2. Jeff Kent

Kent tiene más home runs, más temporadas de 100 impulsadas y más juegos como cuarto bate que cualquier segunda base en la historia.

No debería hacer falta más, pero si lo necesitas, aquí va:

  • Fue un bateador de .290 de por vida, y bateó .300 con corredores en posición de anotar.
  • Kent es el único infielder medio en la era de expansión (desde 1961) que ha bateado .300 y registrado .500 de slugging con corredores en posición de anotar (mínimo 2,000 apariciones al plato).
  • Tiene el OPS de postemporada más alto de cualquier segunda base en la historia (.880, mínimo 150 apariciones).
  • Puedes criticar su defensiva, pero los mánagers —y mánagers de equipos ganadores (Kent llegó siete veces a la postemporada)— seguían escribiendo su nombre en la alineación como segunda base. Solo 10 jugadores han iniciado más juegos en esa posición.

Durante la carrera de Kent, el segunda base promedio de MLB registró .273/.337/.406. Kent puso .290/.356/.500. Era un segunda base que bateaba como un jugador de esquina. Eso les dio a sus mánagers una enorme ventaja sobre sus rivales.

3. Dale Murphy

Antes de la irrupción de Mattingly, Murphy era el mejor jugador del beisbol. En las siete temporadas completas de 1980 a 1987, Murphy fue All-Star y recibió votos para MVP cada año, ganando dos premios MVP consecutivos, dos títulos de home runs y cinco Guantes de Oro… mientras jugaba center field.

Murphy registró un OPS de .854 en más de 1,000 juegos como center fielder, uno de apenas 16 jugadores que han hecho eso. Solo cuatro de esos sluggers élite en el center field también ganaron cinco Guantes de Oro: Willie Mays, Ken Griffey Jr., Jim Edmonds y Murphy.

4. Fernando Valenzuela

Está bien, claro: dejó de ser un pitcher élite a los 26 años, no volvió a un All-Star Game y vagó por los rincones del beisbol con una efectividad de 4.23 en esas últimas 11 temporadas, simplemente porque amaba lanzar.

Pero su largo declive probablemente se debió a la carga brutal que los Dodgers pusieron sobre él cuando irrumpió como el mejor pitcher del beisbol y un fenómeno cultural. De los 20 a los 25 años, Valenzuela ponchó a más bateadores que nadie y acumuló más victorias, innings y juegos completos que cualquiera, excepto Jack Morris. Con solo 5 pies 11 pulgadas de estatura y lanzando una screwball tras otra, Valenzuela lanzó más innings entre los 20 y los 25 años que cualquier pitcher en los últimos 105 años, excepto Bert Blyleven.

La palabra “influencer” se ha vuelto trillada, pero Valenzuela, nacido en México, cambió el juego y la base de aficionados de los Dodgers con su historia, su estilo y su alegría al tomar la bola una y otra vez. La “Fernandomanía” no fue un capricho de un año. Su grandeza sostenida dejó un impacto duradero.

Publicado originalmente en www.sportsillustrated.com el 05/12/2025, traducido al español para SI México.


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Tom Verducci
TOM VERDUCCI

Tom Verducci is a senior writer for Sports Illustrated who has covered Major League Baseball since 1981. He also serves as an analyst for FOX Sports and the MLB Network; is a New York Times best-selling author; and cohosts The Book of Joe podcast with Joe Maddon. A five-time Emmy Award winner across three categories (studio analyst, reporter, short form writing) and nominated in a fourth (game analyst), he is a three-time National Sportswriter of the Year winner, two-time National Magazine Award finalist, and a Penn State Distinguished Alumnus Award recipient. Verducci is a member of the National Sports Media Hall of Fame, Baseball Writers Association of America (including past New York chapter chairman) and a Baseball Hall of Fame voter since 1993. He also is the only writer to be a game analyst for World Series telecasts. He lives in New Jersey with his wife, with whom he has two children.