“Saúl no será boxeador”: Canelo Álvarez no iba a ser pugilista; su padre no quería dejarlo boxear

Hoy inicia una nueva etapa para Saúl 'Canelo' Álvarez en Riad, Arabia Saudita. Tras firmar con Riyadh Season por cuatro peleas y 400 millones de dólares. Canelo entiende que su legado se confronta con nuevos retos fuera de Estados Unidos y México. El primero de ellos será William Scull, un boxeador cubano invicto. El primer eslabón del plan de Turki Alalshikh, presidente de la Autoridad General de Entretenimiento de Arabia Saudita.
El tapatío ha aceptado el reto. Ese que lo convierte en uno de los boxeadores mejores pagados de la historia, con una marca de 62 victorias, 39 por nocaut, dos derrotas y dos empates. Sin embargo, su hermano Rigoberto, recuerda lo que tuvo que pasar cuando su papá, Santos, no quería que su “pelirrojo” fuera boxeador.
“A veces me escondía al niño. Entonces, se lo empezaba a llevar a la nevería a trabajar para que yo no lo no lo pudiera entrenar”, comparte Rigo en entrevista. “Mi papá a veces estaba enojado conmigo porque decía que sonsacaba en algo que no tenía futuro, en algo en lo que no me había ido muy bien”, añade El español, como se le conocía cuando era boxeador.
Rigoberto tuvo momentos complicados cuando peleaba en Tijuana y tuvo que dejarlo por la mala paga y eso, cuenta, hizo que su papá Santos no quisiera una historia parecida para Saúl.
“Algo me decía dentro de mí que ese niño tenía algo que no tenía ningún otro. Mi papá llevaba a Saúl (a la paletería) para que se olvidara un poco del box, para que ya no tuviera esa pasión”, comparte el iniciado de la dinastía.
“Íbamos a participar (en un torneo), él me escondió al muchacho”, señala Rigo, quien le cuestionó sobre el paradero de su hermano a su mamá. “Se lo llevó tu papá, dice que no lo va a dejar ir", le compartió Ana María, mamá del campeón Supermedio. “Yo le dije: ¿Cómo?. Ella me dice: ‘Sí, dice que no lo va a dejar, que eso no es para él y que lo va a poner a trabajar’. Híjole, no, pues eso para mí fue como un golpe. Y pregunté: ¿dónde lo tiene? Y mi mamá me dijo que en la paletería”.
Así se forjó el futuro de Saúl Álvarez
Rigo tuvo que enfrentar a su papá para explicarle que Saúl tenía dotes de pugilista natural: “Ahí voy con mi papá. Yo molesto, sentía que le quería reclamar, cuando iba en camino me decía: ‘tienes que hablar bien con tu papá porque si no la vas a regar.
“Cuando llegué al negocio, en la central camionera vieja, ahí estaba esa paletería, me paro por la parte de afuera de la paletería, atrás de los mostradores y veo a mi papá, me ignoró porque él estaba molesto y puso su cara, así de que no te lo vas a llevar”, recuerda Rigo, emocionado tras evocar los recuerdos de su pueblo en Juanacatlán, Jalisco.
“Veo el niño que estaba destapando fresas, estaba quitándole las ramitas. Me ve y empieza a hacer pucheros, empezó a llorar porque quería ir… Me paso a la paletería y le digo: ‘¿Cómo estás?’. Y se metió mi papá y me dice: ‘No te lo vas a llevar. Ya sé que vienes a eso y no va a ir. El niño no va a ser boxeador, no se va a meter a eso, no va a perder su tiempo’.
Y le dije: Está bien. Si esa es tu decisión, la voy a respetar. Y le pregunté a mi papá: Oye, ¿lo has visto pelear?... Mi papá nunca lo había visto pelear, nunca había ido a una cartelera”, indica Rigo con voz entrecortada al recordar el momento que pudo dejar a Saúl sin el boxeo.
“Y me dice: ‘No, no voy a ir. No, está bien’. Le digo: pero sí te han dicho lo bueno que es tu hijo para pelear. Como ningún otro… No lo has visto pelear. Y me dice: ‘No, sí. Yo no quiero que pelee porque no quiero que le pase algo y lo dejen mal’. Y ahí fue cuando le dije algo que cambió todo:
Papá, tu hijo no nació para que lo golpeen. No nació para ser golpeado. Tu hijo es un golpeador natural”, narra el mayor de los Álvarez con emoción. Como si el recuerdo fuera hace unos instantes. “Te lo estoy contando y me emociono”.
“Se lo dije con sentimiento, le dije: Tu hijo nació para pelear, tu hijo nació para ser un golpeador. Déjalo… Te invito, ve a verlo…”, suspira el español. “Y te juro, por Dios, que tu hijo te va a hacer sentir orgulloso. Mi papá se me quedó viendo. Se quedó callado un rato y me dice: ‘Llévatelo. Pero si le pasa algo, tú vas a ser el responsable’. Le di la mano, le di un abrazo y le dije: Tu hijo te va a hacer sentir muy orgulloso, te lo prometo”.
Saúl enfrenta un nuevo reto después de confrontar a su padre, junto a su hermano Rigo en la paletería de Juanacatlán. Ahora lo hará en Arabia Saudita ante Scull. Y si pasa este desafío, le espera un segundo objetivo en Las Vegas, ante Terence Crawford, el actual campeón Superwelter de la AMB e invicto en 41 peleas. La nueva historia se escribe en árabe.
