Tres vidas, tres combates: el cine rescata las historias de Marty Reisman, Christy Martin y Mark Kerr

El deporte siempre ha sido desde siempre una fuente inagotable de inspiración para el cine. Desde hace décadas, directores y guionistas han encontrado en la superación, la competencia y las historias humanas detrás de los atletas un terreno fértil para crear películas inolvidables.
Te puede interesar: Roberto Clemente, el héroe que murió por ayudar a Nicaragua
Clásicos como Rocky o Raging Bull — la desgarradora biografía de Jake LaMotta dirigida por Martin Scorsese — se han convertido en pilares del cine deportivo.
Este año no ha sido la excepción. El 2025 ha traído consigo una oleada de filmes basados en la vista de tres deportistas que trascendieron el terreno de juego: el jugador de ping pong Marty Supreme, la boxeadora Christy Marty y el luchador y artista marcial mixto Mark Kerr.
Retratos de vidas que trascendieron el juego, el cuadrilátero y la jaula.
Marty Supreme
Protagonizada por Timothée Chalamet y dirigida por Josh Safdie, la película se inspira en la vida de Marty Reisman, un personaje excéntrico y fascinante del tenis de mesa estadounidense.
Ambientada en la Nueva York de mediados del siglo XX, sigue la historia de un joven que sueña con hacer del ping-pong un espectáculo masivo, a pesar de que el deporte era considerado menor en comparación con gigantes como el béisbol o el boxeo.
Timothee Chalamet is rumored to play Marty Reisman, a ping pong player, in the upcoming Safdie Brothers movie…they are also lookalikes pic.twitter.com/9yHz1QCiWa
— Musetta-timothée-chalamet-daily (@Musetta_May) December 18, 2023
Detrás de la ficción está la vida real de Marty Reisman, un verdadero prodigio del tenis de mesa. Nacido en 1930, comenzó como estafador en clubes de Manhattan y acabó ganando 22 títulos importantes entre 1946 y 2002.
También fue medallista en campeonatos mundiales y, con 67 años, se coronó campeón del Nacional de Hardbat en Estados Unidos. Su estilo de juego llamativo y su personalidad extravagante —solía vestir fedoras y trajes vistosos— lo convirtieron en una figura pintoresca del deporte.
Christy
Otra de las grandes apuestas de este año es Christy, protagonizada por Sydney Sweeney y dirigida por David Michôd. La película cuenta la historia de Christy Martin, pionera del boxeo femenino en los Estados Unidos, cuya carrera despegó en los años noventa.
El filme muestra tanto su ascenso en el cuadrilátero, que la llevó a convertirse en la boxeadora más famosa de su tiempo, como los momentos más oscuros de su vida personal. Especialmente dramático es el retrato del intento de asesinato que sufrió en 2010 a manos de su esposo y entrenador, un episodio que marcó su existencia y del que logró sobrevivir milagrosamente.
La vida real de Christy Martin está llena de hazañas deportivas y de una resiliencia única.
Conocida como “Coal Miner’s Daughter”, sumó 49 victorias en su carrera profesional, 32 de ellas por nocaut. Fue campeona mundial superwelter de la FIB y la primera mujer en aparecer en la portada de Sports Illustrated.
Además, abrió el camino para que el boxeo femenino fuera tomado en serio en un deporte dominado por hombres. Su ingreso en el Salón de la Fama Internacional del Boxeo en 2020 selló su legado.
The Smashing Machine
La tercera película, The Smashing Machine, está dirigida por Benny Safdie y protagonizada por Dwayne “The Rock” Johnson en el papel de Mark Kerr, uno de los primeros grandes ídolos de las artes marciales mixtas.
La película narra su meteórico ascenso a la cima de la UFC y la PRIDE Fighting Championships a finales de los noventa, donde se ganó el apodo que da título a la cinta. Pero también muestra el precio de la fama: la adicción a los analgésicos, la depresión y la tensión en su vida personal, especialmente en su relación con su pareja, Dawn Staples.
Mark Kerr fue mucho más que un peleador. Antes de llegar al MMA, ya había brillado en la lucha universitaria, siendo campeón nacional de la NCAA en 1992. En el mundo de las artes marciales mixtas se convirtió en un pionero: ganó dos torneos de peso pesado en la UFC en 1997 y se consolidó como una figura dominante en Japón con PRIDE.
Su carrera terminó en 2009 con un récord de 15 victorias y 11 derrotas, y en 2025 fue inducido al Salón de la Fama de la UFC, con el propio Johnson como presentador.
