Boxing Day 2025, el fin de una tradición victoriana en la Premier League

Por primera vez en más de un siglo, el Boxing Day de la Premier League se reduce a un solo partido. El nuevo contrato televisivo y la lógica del mercado global le ganaron la batalla a la jornada más sagrada del futbol inglés.
El Manchester United enfrentará al Newcastle United en el único partido del Boxing Day de la Premier League
El Manchester United enfrentará al Newcastle United en el único partido del Boxing Day de la Premier League / Getty Images

Para el aficionado inglés, el 26 de diciembre es el día del futbol. Un rito de paso en medio del frío cortante del invierno británico. Pero este 2025 pasará a los libros de historia como el año en que la tradición más sagrada de la Premier League se topó de frente con las frías cláusulas de un contrato televisivo de 6,700 millones de libras. 

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El Boxing Day era un banquete ininterrumpido de futbol desde el mediodía hasta la noche, pero este año el menú se ha quedado reducido a un solo plato solitario. El Manchester United enfrentará al Newcastle United a las 8:00pm —2:00pm de la Ciudad de México— en el Old Trafford

Para entender la magnitud de este robo cultural, hay que hurgar en las raíces victorianas de una festividad que nació mucho antes de que existieran los satélites o el VAR. El Boxing Day debe su nombre a la época victoriana, cuando los dueños de las grandes mansiones entregaban a sus sirvientes y trabajadores unas cajas —boxes— con regalos, sobras de comida y, sobre todo, les concedían el día libre para visitar a sus familias tras haber servido durante el día de Navidad.

Con la fundación de la Football League en 1888, los directivos se dieron cuenta de que ese día de asueto era la oportunidad perfecta para llenar los estadios con trabajadores ávidos de entretenimiento. El primer partido oficial de esta tradición lo disputaron el West Bromwich Albion y el Preston North End, y marcaron así el inicio de una era donde el futbol se jugaba con una intensidad que hoy resultaría impensable para cualquier preparador físico. 

Hasta finales de la década de 1950, era habitual que los equipos jugaran el 25 y el 26 de diciembre de forma consecutiva, a menudo contra el mismo rival en un formato de ida y vuelta para minimizar los desplazamientos, una prueba de resistencia que hoy se consideraría casi una tortura para los jugadores.

La mística de esta jornada alcanzó su punto de ebullición absoluto en 1963, una fecha que se cita en Inglaterra con el mismo respeto con el que se habla del Milagro de Dunkerque o de la invención de la penicilina. Aquel día, la antigua First Division produjo una anomalía estadística que todavía hoy parece producto de un error en los registros: se marcaron 66 goles en solo diez partidos.

Fue una borrachera de goles colectiva donde el Fulham aplastó 10-1 al Ipswich Town, el Blackburn Rovers humilló 2-8 al West Ham en su propio estadio y el Manchester United de Sir Matt Busby cayó por un sonrojante 6-1 ante el Burnley. Cuentan las crónicas de la época que muchos porteros parecían estar todavía bajo los efectos del alcohol de la cena de Navidad, o quizá simplemente el espíritu festivo se tradujo en un desprecio absoluto por las tácticas defensivas. 

Esa jornada de 1963 cimentó la idea de que en el Boxing Day el futbol inglés se vuelve impredecible y caótico, una sensación de que todo puede pasar que ha alimentado la nostalgia de los hinchas durante décadas. 

A lo largo de los años de la era Premier, hemos visto otros destellos de esa locura, como el triplete de Thierry Henry contra el Leicester en el año 2000, o el vibrante 4-4 entre el Chelsea y el Aston Villa en 2007 que terminó con tres tarjetas rojas y un drama de último minuto. Incluso el propio Sir Alex Ferguson se despidió de su último Boxing Day en 2012 con un guiíon clásico. 

Su Manchester United remontó tres veces contra el Newcastle para ganar 4-3 con un gol de Chicharito Hernández en el tiempo de descuento. El delirio se desató en las gradas mientras la nieve empezaba a caer.

Pero volvamos a la cruda realidad de 2025. 

¿Cómo es posible que hayamos pasado de esa abundancia a tener un solo partido en el día grande? Este año, el Boxing Day cayó en viernes, y esa coincidencia ha sido la sentencia de muerte para la jornada múltiple tradicional. 

Para la Premier League, este es el primer año del nuevo ciclo de derechos televisivos —2025-2029— con Sky Sports y TNT Sports, un contrato de proporciones astronómicas que incluye cláusulas muy rígidas sobre lo que se considera una ronda de fin de semana. 

El acuerdo estipula que la liga debe proporcionar a los operadores 33 rondas completas que se califiquen como fin de semana para que el producto sea rentable y encaje en los paquetes comerciales. 

Al caer el 26 de diciembre en viernes, si la liga hubiera programado los diez partidos ese día, la jornada no podría haber sido contabilizada como una de esas 33 rondas de fin de semana según los términos legales del contrato. 

La solución de los ejecutivos fue pragmática pero dolorosa para el fan. Tratar la jornada navideña como un fin de semana estándar, moviendo siete partidos al sábado 27 y dos al domingo 28, dejando el viernes 26 con un solo partido nocturno para cumplir con la cuota de transmisión de los viernes por la noche de Sky.

El calendario tradicional de 137 años se ha rendido ante el mercado de la televisión. 

Otro factor decisivo ha sido el fin de la era de Amazon Prime Video en los derechos domésticos de la liga. En el ciclo anterior, Amazon poseía un paquete que le permitía transmitir una ronda completa de partidos simultáneamente en diciembre

Era una experiencia muy similar a la de las plataformas de streaming actuales. El usuario podía elegir qué partido ver en una tarde de Boxing Day repleta de juegos. Sin embargo, Amazon no renovó ese contrato y los derechos regresaron a los operadores tradicionales, que prefieren el modelo escalonado para que ningún partido se pise con otro y así maximizar la audiencia individual de cada encuentro. 

El resultado de toda esta ingeniería es un panorama desolador para el hincha que viaja. El Newcastle United, por ejemplo, tiene que desplazarse hasta Manchester para un partido que empieza a las ocho de la noche en un día donde el transporte público en el Reino Unido es prácticamente inexistente . La Football Supporters Association ha calificado el horario de "ridículo", señalando que se ha priorizado el sofá del espectador global sobre el asiento de quien paga su entrada y tiene que conducir cientos de kilómetros de vuelta a casa en mitad de la noche. 

Además, se produce una ironía tecnológica: al mover siete partidos al sábado 27 a las tres de la tarde, se ha activado la famosa regla del blackout de los sábados, que prohíbe televisar futbol en directo en el Reino Unido en esa franja horaria para proteger la asistencia a las ligas inferiores.

Esto significa que, en el propio país de la liga, cinco de los partidos de la jornada navideña no podrán verse legalmente por televisión, mientras que el resto del mundo podrá disfrutarlos sin restricciones. Es un sistema que parece castigar al aficionado local en favor del mercado internacional.

Por su parte, la English Football League (EFL), que gestiona las divisiones inferiores, ha decidido mantenerse fiel a sus costumbres y ha celebrado una jornada completa de Boxing Day en la Championship, League One y League Two

Para muchos puristas, este silencio en la Premier League ha sido la excusa perfecta para volver a los estadios de barrio, buscando ese futbol de barro y ambiente comunitario que la élite parece haber empaquetado y vendido al mejor postor. 

La Premier ha prometido que en 2026, cuando el 26 de diciembre caiga en sábado, la normalidad regresará con un calendario lleno. Pero el precedente de 2025 quedará como un recordatorio de que ninguna tradición es intocable cuando los intereses comerciales y las agendas globales deciden que el show debe cambiar de formato.


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Alejandra González Centeno
ALEJANDRA GONZÁLEZ CENTENO

Reportera y creadora de contenido en Sports Illustrated México.