Charlyn Corral, 7 goles y la ausencia inexplicable de la mejor goleadora de México

La historia de Charlyn Corral en la Selección Nacional Femenil ha sido, desde el principio, un inusual ejercicio de contrastes. Ninguna otra futbolista mexicana había encarnado con tanta nitidez dos condiciones que rara vez convergen: la excelencia sostenida y la exclusión sistemática.
México convirtió a su goleadora más consistente en un expediente difícil de explicar.
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Durante años, la delantera más prolífica del país quedó relegada al margen del equipo que, por estricta lógica deportiva, debió ser su espacio natural. Y quizás lo más sorprendente de todo es cuánto tiempo consiguieron sostener la ficción de que su ausencia respondía a algo más que decisiones equivocadas.
Su reencuentro goleador del sábado —siete tantos históricos ante San Vicente y las Granadinas— fue el recordatorio incómodo de cómo, durante años, la selección vivió pretendiendo que podía funcionar sin su mejor definidora. No podía.
Charlyn irrumpió en el Tri Femenil a los 14 años cuando debutó con la Sub-21 y ese mismo 2006 fue también la máxima goleadora del Campeonato Femenino Sub-20 de CONCACAF. En 2011 disputó su primera Copa del Mundo. A esas alturas, quien quisiera discutir su potencial debía hacerlo contra los números. Y los números suelen ser implacables.
Después vino Europa. España fue el escenario que la vio convertirse en una futbolista de jerarquía internacional. En 2018 ganó el Pichichi con 24 goles, un título que nadie obtiene por casualidad y que ninguna mexicana había logrado antes. Ese año debió haber marcado su consolidación definitiva en la selección; en cambio, marcó el inicio de su desaparición. Su última participación con el Tri ocurrió en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
Con este gol, Charlyn Corral se convierte en la 2da máxima anotadora de La Femenil con 26 goles, superando a Iris Mora. ⚽️⚽️💚🤍❤️ pic.twitter.com/x0CMaj5Cor
— Selección Nacional de México Femenil (@Miseleccionfem) November 29, 2025
Las razones nunca fueron tácticas. Se habló de liderazgo difícil, de inconformismo, de la dificultad para asumir un “segundo plano”, de una personalidad que tal vez exigía demasiado espacio, más del que algunos estaban dispuestos a conceder. Pedro López intentó resumirlo con diplomacia: “Una jugadora con esa trayectoria demanda más protagonismo”.
Charlyn señaló que su postura crítica hacia el desarrollo del futbol femenil en México era lo que la había colocado en una posición incómoda. Su exclusión —justificada como un asunto “estratégico”— tuvo consecuencias evidentes. Sin ella, México quedó fuera del Mundial 2023 y de los Juegos Olímpicos de París 2024. Si alguien buscaba un ejemplo de cómo se desmonta un proyecto deportivo por razones extradeportivas, ahí estaba.
Mientras tanto, Corral hizo lo que siempre había hecho: marcar goles. Desde su llegada a Pachuca en 2021, convirtió la Liga MX Femenil en una plataforma para dejar en evidencia a quienes habían decidido prescindir de ella. Cinco títulos de goleo, cuatro consecutivos, un récord de 22 tantos en el Apertura 2025… suficiente para desmontar cualquier pretexto.
La Federación, eventualmente, tuvo que ceder ante lo obvio. Pedro López anunció su regreso en mayo de 2025. Pero la verdadera conversación empezó meses después, en el último día de noviembre, cuando México enfrentó a San Vicente y las Granadinas en el inicio del camino rumbo al Mundial de Brasil 2027 y los siete goles de Charlyn se sintieron como una revancha personal.
El último tanto —un disparo al poste, ejecutado con una precisión impecable — cerró la discusión. Charlyn Corral volvió. Y su regreso no hizo más que confirmar que nunca debió irse.
