Historia de la Jornada 7: Ramsey se estrena en la Liga MX con tormenta en CU

Era el minuto 73 y en el Olímpico de Ciudad Universitaria aún no llovía. Efraín Juárez llamó a la línea de banda a Aaron Ramsey, el galés que llegó iluminado por los reflectores, pero que hasta hoy había vivido bajo la oscuridad de la crítica.
No era para menos. Cuando fue presentado el 3 de julio pasado, Ramsey declaró con optimismo: “Estoy aquí para ganar, sé de lo que el club es capaz y espero hacer mi parte para lograrlo”.
Aquellas palabras sonaban lejanas para la afición, mientras el galés empezaba a caminar en el campo y tocaba sus primeros balones. Ahí se recordaba una vez más la primera conferencia de prensa: “Jugué en algunos de los mejores clubes del mundo. Siempre está la expectativa de ganar y aquí no es diferente”.
En su currículum se leían clubes de alcurnia. Ramsey debutó con el Cardiff; fue traspasado al Arsenal; después se vistió con la camiseta del Nottingham Forest; se puso la blanca y negra de la Juventus antes de aterrizar en México con los Pumas.
Pero aquí solo se había hablado de lesiones y de los retrasos en su debut. Más que memorias, los aficionados tenían preguntas: ¿Cuándo debutará Ramsey, el fichaje estrella? Y las respuestas no llegaban. Apenas la semana pasada pisó el pasto.
Por eso, cuando entró contra el Atlas, todo era expectación. Ramsey buscó caminos, pero tuvo que esperar. Fue entonces que comenzó la lluvia y después… el diluvio. Fue así, bajo el agua y en tiempo agregado, que remató un tiro de esquina que acabó en la red.
Y el refuerzo galés al fin pudo descansar con alivio. En sus redes sociales publicó: “Vamos, no se puede superar esa sensación”.
Ciudad Universitaria estaba llena de júbilo y de agua. Ni siquiera se escucharon las siguientes preguntas: “¿Será el único gol o el inicio de algo mejor?”.
Todos corrieron. El agua a cántaros inundó la memoria del primero gol de Ramsey.
