Santi López cambia el destino: México entró como el peor tercero, avanza a Octavos

La noche en que México se negó a morir. Había llegado a los 16avos de final como el peor tercero y clasificado apenas por fair play, firmó una de las noches más inesperadas del Mundial Sub-17 en Qatar. El Tri remontó, sufrió un empate tardío y eliminó a la mejor selección de la fase de grupos, Argentina, en una tanda de penales que inició con una atajada decisiva de Santi López y concluyó con el arquero y el gol definitivo. Una victoria de carácter que lo instala en Octavos de Final frente a Portugal.
Santi López se convirtió en el héroe de México ante Argentina, paró un pena y anotó el definitivo.
Santi López se convirtió en el héroe de México ante Argentina, paró un pena y anotó el definitivo. / FMF

México llegó a los 16avos de final como el peor tercero del torneo, colándose apenas por fair play, cuando ya muchos sacaban cuentas para regresarlo a casa. Ese pase agónico lo emparejó con Argentina, la mejor primera de toda la fase de grupos. El duelo parecía un desbalance disfrazado de partido. Pero así es el futbol: cuando todo parece escrito, algo decide reescribirlo.

Desde el túnel, los rostros mexicanos eran un espejo de ansiedad contenida. Dos derrotas y una victoria habían dejado al equipo dolido, casi sin confianza. Al otro lado, Argentina calentaba con el ritmo de quien se sabe favorito, de quien no teme nada.

Y no tardaron en demostrarlo. Un tiro desde la esquina del área grande, tomó velocidad y se incrustó en el ángulo sin oposición, Ramiro Tulian anotó. México ya perdía en el minuto 9. La tribuna mexicana se quedó callada, como si ese gol confirmara todos los temores acumulados desde la fase de grupos.

Pero entonces, entre dudas y nervios, surgió una chispa.  Se jugaba el primer minuto después del descanso, cuando un centro encontró destinatario: Luis Camboa, quien remató casi en la línea de gol para empatar el partido. 1-1.

Luis Gamboa, jugador del Atlas, anotó dos goles y fue la figura del partido, antes de que el partido llegara a los penales.
Luis Gamboa, jugador del Atlas, anotó dos goles y fue la figura del partido, antes de que el partido llegara a los penales. / FMF


Ese gol no solo empató el partido: despertó al equipo. México parecía otro. Y al 58’, Gamboa volvió a aparecer. Controló con serenidad, definió con frialdad. Disparó el esférico y llegó a las redes argentinas. 2-1. La remontada estaba viva, increíblemente viva.

El banquillo mexicano gritó como si se tratara de una final. Argentina, de pronto, tenía prisa. México, por fin, tenía alma.

Pero el futbol siempre cobra. Y a veces, cobra caro. Faltaban minutos cuando un centro argentino pareció sencillo para Santi López, el joven arquero mexicano. Dio un paso, luego otro, saltó tarde, midió mal. El balón lo superó y terminó en la cabeza rival. Fernando Closter empujó. Empate. 2-2.

Santi se quedó incrédulo, sus compañeros intentaron levantarlo. El golpe no era solo en el marcador; era emocional, profundo.

El partido se esfumó sin más sobresaltos. Y el destino decidió que la noche sería definida desde los once pasos.

La tanda de penales: México sobrevivió al filo del drama

La definición desde los once pasos comenzó bajo un silencio absoluto en el estadio. Santi López, portero mexicano y protagonista involuntario del empate argentino, caminó hacia su arco con la botella que contenía los apuntes de los ejecutores rivales. Era la imagen de un equipo que jugaba su permanencia con el corazón en la mano.

Santi ataja y cambia la historia desde el primer tiro

Argentina abrió la tanda con Gastón Bouhier, quien tomó distancia y golpeó con potencia.
Santi, fiel a sus notas, adivinó la dirección, se lanzó y atajó el penal, encendió a todo el plantel mexicano. México arrancaba con ventaja moral y en el marcador. 0-0 con México por cobrar.

Pineda abre con autoridad

El primero en cobrar por México fue Óscar Pineda, del Chicago Fire. Ejecutó con serenidad. Nada que hacer para el arquero argentino. 1-0.

Gómez Mata empata

Argentina respondió de inmediato con Jeronimo Gómez, quien definió con potencia y precisión. 1-1.

Mancilla mantiene la ventaja

El segundo tiro mexicano, de Humberto Mancilla  fue un disparo cruzado y certero. 2-1.

Un gol cruel para México

Llegó entonces uno de los momentos más extraños de la noche. Fernando Closter remató al poste bajo, pero el rebote pegó en la espalda de Santi López y terminó en la portería. Un gol fortuito que devolvió la paridad. 2-2.

Karin Hernández responde

El jugador de León, Karin Hernández, devolvió la ventaja al Tri con un disparo potente. 3-2.

Satas no falla

Matías Satas, de Boca Juniors, empató nuevamente con un cobro impecable. 3-3.

Nacho López cumple bajo presión

El juvenil de Bravos, Nacho López, mostró temple para convertir el cuarto penal mexicano. 4-3.

Jainikoski obliga al quinto tiro

Argentina mantuvo la tensión con el acierto de Facundo Jainikoski. 4-4.

El penal definitivo: Santi López cambia la historia

Con la serie igualada, México eligió a su propio portero para ejecutar el último penal. Santi López, aún marcado por el error que provocó el 2-2, caminó hacia el punto penal con decisión. Su cobro fue firme, directo y con potencia. El arquero argentino ni lo intentó, no alcanzó el balón. Gol. 5-4. México avanza a Octavos de Final.

El arquero mexicano cerró así una noche de contrastes: del error que complicó el partido, a convertirse en el jugador que selló la clasificación. México no solo sobrevivió: resurgió. Y ahora, con un arquero redimido y un equipo que volvió a creer, enfrentará a Portugal en los Octavos de Final. Una noche escrita con drama, coraje… y un penal que cambió un destino entero. La noche en que México se negó a morir.


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Mario Palafox
MARIO PALAFOX

Editor SR en Sports Illustrated México. 25 años de experiencia en medios. Ha cubierto 4 Copas del Mundo, Juegos Olímpicos, Fórmula Uno, NBA, NFL.