La pierna biónica de Isaac del Toro

Una mañana que empezó como tantas otras en San Marino, Isaac del Toro sufrió un accidente que pudo costarle la vida: su bicicleta resbaló en una curva con arenilla que estaba suelta, se fue directo contra un muro de contención en la carretera, el golpe le rompió el fémur y le cortó una arteria en la pierna. En cuestión de minutos, el joven ciclista mexicano pasó de entrenar para competir a luchar por su vida.
Lo sacaron en helicóptero. Tenía una hemorragia severa. El diagnóstico fue crudo. “Los médicos le decían que si volvía a caminar iba a estar bien”, recuerda Alejandro Rodríguez, team manager del AR Monex Pro Cycling Team, en entrevista vía telefónica desde San Marino a Sports Illustrated México. “Era un pronóstico reservado. Le hicieron una intervención, unos tornillos y una barra de metal para que se regenerara el fémur que se partió a la mitad”.
El golpe fue duro. No solo físico.“Tuvo un accidente gravísimo que le pudo haber costado la vida”, agrega Rodríguez. “El entorno le sirvió porque los ciclistas con los que estaba son sus amigos hasta la fecha. La intervención rápida de los servicios de emergencia fue crucial. Si en lugar de la pierna hubiera sido otra parte, pudo haber sido fatal”.
Contra todo pronóstico, Isaac inició su recuperación con una determinación inquebrantable. “Algunos médicos calculaban que tardaría entre seis y nueve meses en volver a caminar. Pero antes de los tres ya daba sus primeros pasos”, relata Rodríguez. Aunque apenas podía apoyar la pierna —el hueso aún necesitaba regenerarse—, ese mismo año ya estaba otra vez sobre la bicicleta.
No se saltó una sola sesión de fisioterapia. No se permitió un atajo. Isaac, fiel a su costumbre de no rendirse, se recuperó en solo tres meses en la casa del equipo en San Marino. Volvió al ciclismo con tanta fuerza que sus compañeros empezaron a bromear diciendo que tenía una “pata biónica”. Y con esa “pata biónica”, como le dicen en el equipo, ganó al siguiente año el Tour de l’Avenir, la carrera más prestigiosa para corredores Sub-23, que finalmente lo llevó a firmar con UAE Team Emirates XRG, el conjunto más poderoso del pelotón internacional.
Hoy, aquel joven que una vez yació en el asfalto con el fémur roto y la vida pendiendo de un hilo, ascendió por las montañas del Giro de Italia con los ojos del mundo siguiéndolo curva tras curva hasta convertrise en el primer mexicano subcampeón de una de las grandes vueltas del mundo.
