Salón de la Fama de MLB: Fernando Valenzuela y su deuda pendiente en Cooperstown

El legado cultural de Fernando Valenzuela desafía las estadísticas que lo dejaron fuera del Salón de la Fama. Cooperstown puede saldar ahora una deuda histórica.
Fernando Valenzuela falleció en octubre de 2024, poco antes de que los Dodgers ganaran la Serie Mundial
Fernando Valenzuela falleció en octubre de 2024, poco antes de que los Dodgers ganaran la Serie Mundial / Getty Images

La ausencia de Fernando Valenzuela en el Salón de la Fama de MLB representa una dicotomía constante en el debate de lo que realmente significa realmente la excelencia deportiva; una cisma que separa la inmensidad de su impacto cultural de la aparente insuficiencia de sus números y que mantiene a Cooperstown como el escenario de una deuda histórica aún sin saldar.

El fallecimiento de “El Toro” de Etchohuaquila en octubre de 2024 a los 63 años, elevó su caso de un debate meramente estadístico a un imperativo cultural póstumo.

Doce días después de su primer aniversario luctuoso y dos después de que los Dodgers se coronaran campeones de Serie Mundial en el que habría sido su cumpleaños número 65, su nombre se presentó en la boleta del Comité de la Era del Beisbol Contemporáneo de las Grandes Ligas. Junto a leyendas como Barry Bonds, Roger Clemens y Don Mattingly, Fernando Valenzuela podría, por fin, alcanzar la inmortalidad beisbolera como parte de la Clase 2026 del Salón de la Fama.

Valenzuela es, sin lugar a dudas, el jugador nacido en México más importante en la historia de la MLB. Su carrera se define por un pico de dominio explosivo e inigualable en 1981, el año de la "Fernandomania”, cuando, con solo 20 años, logró lo que nadie más al ganar el Premio Cy Young, el Novato del Año y una Serie Mundial —en la que lanzó uno de los juegos más importantes de su carrera ante los Yankees de New York— en la misma temporada. 

Fue, además, seis veces All-Star de forma consecutiva —desde 1981 hasta 1986—, y su estatus de leyenda fue sellado cuando los Dodgers de Los Ángeles retiraron su número 34, una excepción a las reglas de la organización, que reservaba ese honor para sus miembros del Salón de la Fama.

“Fernando fue tocado por Dios”, dijo alguna vez el manager de los Dodgers —y miembro de CooperstownTommy Lasorda, quien atestiguó el magnetismo inherente del lanzador. 

Sin embargo, el veredicto de la Asociación de Escritores de Beisbol de América (BBWAA, por sus siglas en inglés) fue notablemente más austero. Cinco años después de su retiro, cuando Valenzuela se presentó en la boleta primaria, los votantes tradicionales eligieron el escrutinio estadístico como principal criterio: Valenzuela terminó con marca de 173 victorias, 153 derrotas y una efectividad de 3.54 en una carrera de 17 temporadas. 

Estos números, si bien respetables, se quedaban notoriamente rezagados respecto a los umbrales de acumulación y longevidad que históricamente han privilegiado a los lanzadores con 300 victorias o, al menos, con una masa crítica de entradas lanzadas.

El resultado fue un rechazo abrupto. En 2003 obtuvo solo el 6.2% de los votos y al año siguiente, su apoyo se desplomó al 3.8% y forzó su expulsión de la boleta de la BBWAA por no alcanzar el mínimo del 5.0%. 

Crucialmente, analistas han sugerido que el mismo entusiasmo que impulsó su fama también acortó su pico de dominio, ya que su carrera fue arruinada en cierto modo por el exceso de trabajo. Las exigencias de esa época, anteriores a la gestión moderna de lanzamientos, le obligaron a lanzar 269.1 entradas y completar 20 juegos en 1986, una carga que ineludiblemente afectó su longevidad

No obstante, la defensa de Valenzuela se centra en la trascendencia de su legado, un fenómeno sociológico que redefinió la conexión entre la MLB y la comunidad latina en Estados Unidos, especialmente en Los Ángeles

El foco recae ahora en el Comité de la Era del Beisbol Contemporáneo, un panel de 16 miembros —que incluye a miembros del Salón de la Fama, ejecutivos e historiadores— cuyo objetivo es rectificar las omisiones de la BBWAA para jugadores que hicieron sus contribuciones más significativas en el beisbol a partir de 1980. Valenzuela comparte la boleta con figuras de gran acumulación como Jeff Kent y Gary Sheffield, y con los polarizantes Barry Bonds y Roger Clemens. El Comité anunciará su decisión el 7 de diciembre.   

Para ser inducido, Valenzuela requiere el 75% de los votos, es decir, un mínimo de 12 de los 16 votos. El precedente del Comité, que en 2022 eligió a Fred McGriff por unanimidad y demostró una fuerte reticencia a votar por candidatos vinculados a escándalos —Bonds y Clemens recibieron menos de cuatro votos—, favorece a Valenzuela

No obstante, una nueva regla añade presión: cualquier candidato que no reciba al menos cinco votos será excluido de la próxima boleta de tres años. La votación de 2025 es, por lo tanto, una gran oportunidad para Valenzuela y una prueba para el Salón de la Fama, que finalmente podría honrar el legado cultural de “El Toro” en Chávez Ravine, que es tan esencial para la historia del juego como cualquier estadística en el box score.


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Alejandra González Centeno
ALEJANDRA GONZÁLEZ CENTENO

Reportera y creadora de contenido en Sports Illustrated México.