¿Por qué la selección de Uzbekistán acabó en el Grupo K del Mundial 2026?

En sorteos como del Mundial 2026, siempre hay tensión, drama y una pizca de caos controlado. Pero esta vez, todo se redujo a una simple ecuación.
El ganador del playoff intercontinental entre Irak, Bolivia y Surinam —tres confederaciones distintas chocando por un solo boleto— tenía un destino estrictamente marcado por las reglas de FIFA: solo podía caer en un grupo con dos selecciones europeas y una africana. No había margen para otra mezcla. Y cuando una condición así existe, el tablero entero gira alrededor de ella.
Por eso, cuando apareció la bola de Uzbekistán, muchos imaginaron distintos escenarios, pero la realidad era inflexible. En ese momento del sorteo, solo un grupo podía recibir al ganador del playoff sin violar las normas: el conformado por Francia y Senegal, pendiente de sumar a una selección europea. Esa pieza era Noruega. Cualquier intento por mover esa estructura —como poner a Uzbekistán ahí—, habría generado un problema enorme más adelante.
El motivo es directo, casi frío: si Uzbekistán ocupaba ese lugar, el cuarto bombo quedaría sin una opción válida para acomodar al equipo del playoff. No existiría ningún grupo disponible con la fórmula obligatoria de 2 europeos + 1 africano, y el sorteo entraría en un bloqueo técnico, algo que FIFA debe evitar a toda costa.
Me habéis preguntado muchos muchos muchos muchos por lo de Uzbekistán...
— MisterChip (Alexis) (@2010MisterChip) December 5, 2025
Lo intento explicar brevemente:
El ganador del playoff intercontinental entre Irak, Bolivia y Surinam (AFC, CONMEBOL y CONCACAF) solo podía estar en un grupo con 2 selecciones europeas y 1 africana.… pic.twitter.com/Dh1RIVgdUY
Así inició la reacción en cadena.
— Uzbekistán, sin sitio en ese grupo, pasa al siguiente espacio libre: el Grupo K.
— Con eso, Noruega se mueve de inmediato al Grupo I, completando el trinomio Francia–Senegal con la precisión que exigía la regla.
— Finalmente, Panamá queda en posición natural para ocupar el Grupo L.
El resultado puede parecer extraño a primera vista, pero es exactamente lo que debía ocurrir. No hubo improvisación. No hubo atajos. Solo el orden estricto que exige un sorteo donde cada confederación debe encajar como pieza de rompecabezas. Un recordatorio de que, incluso en el fútbol, a veces las matemáticas son las que dictan el juego.
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Redactor web y Editor para SI Fútbol. Liga MX y fútbol internacional. La vida, como una pelota de fútbol, da muchas vueltas. Mi trabajo consiste en relatar lo que ocurre mientras rueda.