Aguirre y la ruta al 2026: microciclos, talento local y lecciones del pasado

Con la cuenta regresiva en marcha hacia la Copa del Mundo FIFA 2026, México empieza a consolidar su hoja de ruta. A 276 días del Mundial, Javier Aguirre continúa en su tarea de encontrar el mejor talento disponible en su proyecto como técnico de la Selección Mexicana. Para hacer historia. Para lograr el mejor resultado.
Fiel a su estilo analítico y metódico, el estratega ha reactivado una herramienta clave para reconstruir al equipo: los microciclos, breves concentraciones que le permiten observar de cerca a jugadores del medio local, fuera de la presión de las fechas FIFA. Esto cobra especial relevancia, ya que, al ser anfitrión del próximo torneo, la selección no participa en las eliminatorias, lo que limita las oportunidades de competencia oficial para evaluar al plantel.
Aguirre ha conseguido un respaldo clave: la Asamblea de Dueños de la Liga MX aprobó por unanimidad su plan de preparación en mayo pasado, que incluye desde microciclos hasta una cesión anticipada de jugadores para la etapa final previa al torneo.
Antes no se pudo resolver, ya que Juan Carlos Rodríguez, otrora alto comisionado en la Federación Mexicana de Futbol, renunció en diciembre pasado; por lo que el plan tuvo que esperar, luego de que en noviembre, el Vasco había solicitado este proceso que vivió como jugador en el Mundial de 1986.
La estrategia, que combina elementos modernos y lecciones del pasado, busca aprovechar el hecho de que México será anfitrión por tercera vez en su historia, tras 1970 y 1986. En ambas ocasiones, el Tri alcanzó los Cuartos de Final. El objetivo ahora es superar ese techo. El trabajo ya ha comenzado.
Primer Microciclo
El más reciente microciclo se llevó a cabo del 25 al 27 de agosto en el Centro de Alto Rendimiento (CAR), reunió a futbolistas exclusivamente de la Liga MX, seleccionados por su rendimiento reciente y su proyección rumbo a la Copa del Mundo del próximo verano. Esto representó el primer encuentro formal de este tipo tras su aprobación en la Asamblea de Dueños.
En esa concentración se hizo énfasis en la intensidad, precisión en el pase, toques rápidos y movilidad sin balón, como parte de afinar su identidad de juego rumbo a la Copa del Mundo 2026. Varios futbolistas que participaron en el reciente microciclo fueron convocados para la presente fecha FIFA, en la que el equipo empató a cero ante Japón (el pasado 6 de septiembre) y enfrentará a Corea del Sur (el 9 de septiembre).
Ellos son Diego Lainez (Delantero, Tigres UANL), José Juan Sánchez Purata (Defensa, Tigres UANL), Germán Berterame (Delantero, Rayados de Monterrey), Érick Sánchez (Mediocampista, Club América) y Carlos Moreno (Portero, Pachuca). Sólo dos de ellos tuvieron actividad ante Japón, Berterame y Sánchez. La continuidad de estos nombres refleja la intención del cuerpo técnico de dar seguimiento a perfiles que aún pueden integrarse al grupo que dispute el torneo en casa el próximo verano.
Cuando se acercan los partidos importantes, el técnico voltea más hacia los 'europeos', y deja de lado en ocasiones a los jugadores de la liga local, sin importar si estos últimos están en mejor momento o tienen más ritmo de juego, en esta ocasión con Rodrigo Huescas (FC Copenhague), César Montes (Lokomotiv), Johan Vásquez (Genoa), Mateo Chávez (AZ Alkmaar), Edson Álvarez (Fenerbahçe), Orbelín Pineda (AEK Atenas), Raúl Jiménez (Fulham), Santiago Giménez (AC Milan), César Huerta (Anderlecht) que causó baja por lesión, además de Hirving Lozano (San Diego FC) que regresó tras una ausencia sin explicación.
“El objetivo final es hacer el mejor Mundial de la historia de México, estamos en ello. Los partidos de este año nos sirven para ir encontrando a los mejores jugadores, para presentar el mejor equipo posible y jugar de la mejor manera posible”, declaró Aguirre en marzo pasado.
Desde su llegada en esta tercera etapa, Javier Aguirre suma 18 partidos, con 12 victorias, tres empates y tres derrotas. La idea del microciclo no es nueva. México ha utilizado esquemas similares en sus anteriores experiencias como anfitrión de la Copa del Mundo.
México 1970
Bajo el mando de Raúl Cárdenas, el equipo nacional se reunió por largos periodos, pero la falta de rigor estructural marcó el proceso. Aunque hubo giras y amistosos, los jugadores recordaron ese periodo como más relajado que profesional. La disciplina fue la gran ausente, a pesar de llegar a los Cuartos de Final.
México 1986
En contraste, Bora Milutinović organizó una de las concentraciones más extensas en la historia del futbol mexicano. El equipo vivió encerrado por más de 60 días en el CeCAP, con entrenamientos diarios, giras internacionales y una selección basada casi exclusivamente en jugadores locales. Ese equipo, previo al Mundial jugó 26 partidos. La idea de la Femexfut fue partir el torneo largo en dos (Prode 85 y México 86) y convencer a los equipos en soltar a los jugadores 12 meses antes del Mundial. El resultado fue nuevamente unos Cuartos de Final, pero con identidad futbolística y un grupo muy unido.
México 2026
Ahora, Aguirre opta por un modelo híbrido: microciclos de tres días, enfocados en jugadores de la Liga MX, para tener una visión más amplia del talento nacional. El formato fue aprobado por los clubes, quienes entendieron que, al no coincidir con fechas de partidos oficiales, se minimizan las afectaciones.
El Tri tendrá ocho partidos de preparación para el 2026, antes de su debut en la Copa del Mundo, distribuidos de la siguiente manera: dos en el mes de enero/febrero, dos en marzo, cuatro entre mayo/junio, antes del 11 de junio, cuando México debuta en el Mundial. Además jugará en noviembre dos partidos más (sin hacerse oficial todavía) y en octubre dos más ante Ecuador y Colombia. En total, el proceso de Aguirre, previo al Mundial serían 31 encuentros.
Aguirre tendrá a los jugadores 6.5 semanas antes del Mundial. Además de que habrá otro microciclo en febrero del 2026 con el objetivo de definir una base más amplia que pueda convivir con los jugadores en Europa y los elementos juveniles que destacan en el Mundial Sub-20, que tendrán su mundial a finales de septiembre.
“La idea es tenerlos cerca, ver cómo trabajan, cómo se comportan fuera de la cancha, no solo en partidos,” ha dicho Aguirre, quien se reestrenó en el cargo el 7 de septiembre de 2004. “Necesitamos construir un grupo de verdad, no solo una lista de nombres”, añadió el técnico, quien ayudó a ganar la Liga de Naciones y la Copa Oro en 2025.
El entrenador Cruz Azul, Nicolás Larcamón, respaldó los microciclos, clasificándolos como una estrategia inteligente al permitir analizar futbolistas fuera del ritmo competitivo normal. Aseguró que si sus jugadores son llamados, estarán listos y motivados: “A veces la opinión pública crítica estos microciclos; el objetivo es analizar jugadores que el técnico tiene en el universo de lo que podrá elegir al final”.
Hugo Sánchez criticó la metodología por realizar microciclos sin partidos oficiales, argumentando que “sin partido te quedas cojo”, ya que el entrenamiento no sustituye la exigencia real de un juego.
La historia ha demostrado que cuando México organiza un Mundial, su preparación tiende a profesionalizarse. Los microciclos no son solo sesiones de entrenamiento: son una herramienta para detectar talento, generar cohesión y dar forma a una identidad futbolística nacional.
Hoy, bajo el liderazgo de Javier Aguirre, el regreso de esta metodología busca el mismo objetivo: sacar el máximo provecho del talento local, armar un grupo sólido y llegar a 2026 con una estructura clara y preparada desde adentro.
Los microciclos representan una adaptación moderna a las exigencias de un futbol globalizado. Sin embargo, el gran desafío será lograr, en periodos breves, lo que en 1970 y 1986 se consiguió a través de procesos largos y controlados. La misión de Aguirre es alcanzar —y superar— esos resultados, en una realidad completamente distinta. Llegar a los Cuartos de Final en un Mundial con más participantes, en otras palabras, formar un equipo que haga historia en 2026.
