México vuelve a abrir un Mundial ante Sudáfrica: el destino repite la historia

El 11 de junio, en el imponente estadio Azteca, la selección mexicana iniciará su tercera Copa del Mundo como anfitriona con un duelo que parece escrito por el destino: el mismo partido inaugural de 2010 frente a Sudáfrica. Dieciséis años después, el Tri busca reescribir su historia mundialista en casa, encendiendo una esperanza que nunca ha latido tan fuerte.
Dieciséis años después del empate en Johannesburgo, el Tri reedita el duelo inaugural frente a Sudáfrica, ahora en casa, donde comienza un camino que busca romper la historia y llevar a México más allá de sus límites mundialistas.
Dieciséis años después del empate en Johannesburgo, el Tri reedita el duelo inaugural frente a Sudáfrica, ahora en casa, donde comienza un camino que busca romper la historia y llevar a México más allá de sus límites mundialistas. / Kevin Dietsch/Getty Images

El 11 de junio no será un día cualquiera. Ese día, México volverá a abrir un Mundial y lo hará frente al mismo rival que hace dieciséis años le dio la bienvenida a Sudáfrica 2010: la selección sudafricana. Es un guiño del destino. Por primera vez en la historia, un partido inaugural se repite, como si el futbol insistiera en cerrar un ciclo que quedó pendiente. Y el escenario no podía ser otro: el estadio Azteca, el coloso donde han nacido sueños, donde la afición respira futbol y donde el Tri quiere comenzar el recorrido más ambicioso de su historia mundialista.

La esperanza de romper moldes —de llegar por fin a ese ansiado sexto partido y más allá— renace en casa. En su tercer Mundial como anfitrión, México deposita su ilusión en el equipo dirigido por Javier Aguirre, encargado otra vez de abrir la Copa del Mundo, tal como lo hizo aquel 11 de junio de 2010. Ahora, el destino ofrece una segunda oportunidad frente a Sudáfrica, un rival con el que el Tri mantiene un historial parejo, al igual que ante los conjuntos africanos: una victoria, una derrota y dos empates. Aquella tarde, Rafael Márquez, ahora auxiliar técnico, escribió el gol mexicano con un remate certero, un punterazo que hoy es recuerdo y combustible emocional.

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Una semana más tarde, el 18 de junio, el Tri viajará a Guadalajara para enfrentar a Corea del Sur, un viejo conocido en la historia mundialista mexicana. Francia 1998 dejó un triunfo inolvidable: el doblete de Luis Hernández, el “Matador”, y el tanto de Ricardo Peláez que hicieron vibrar a una generación. Dos décadas después, en Rusia 2018, los goles de Carlos Vela y Chicharito Hernández confirmaron que México sabe imponerse a los asiáticos. No es casualidad: el Tri ha mantenido paso perfecto en Mundiales ante selecciones de Asia, con victorias también frente a Irak en 1986, Irán en 2006 y Arabia Saudita en 2022.

El tercer rival llegará desde Europa, nacido del repechaje entre República Checa, Irlanda, Dinamarca o Macedonia del Norte. Y así se cumplirá otra tradición: México jamás ha disputado un Mundial sin cruzarse con un europeo. Es una historia llena de batallas memorables: el triunfo ante Alemania en 2018, los golpes de autoridad frente a Croacia en 2002 y 2014, el triunfo ante Francia en 2010, Irlanda en 1994, Bulgaria y Bélgica en 1986, además de victorias previas contra Bélgica en 1970 y Checoslovaquia en 1962. En total, nueve triunfos, diez empates y dieciséis derrotas que cuentan décadas de lucha, gloria y aprendizaje.

Ahora, con el Azteca como testigo y millones de voces detrás, México se prepara para caminar otra vez hacia su destino. El futbol le ofrece un inicio conocido, pero con un desenlace aún por escribir. El 11 de junio no será solo el arranque de un Mundial: será el renacer de una esperanza que, en casa, siempre late más fuerte.


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Mario Palafox
MARIO PALAFOX

Editor SR en Sports Illustrated México. 25 años de experiencia en medios. Ha cubierto 4 Copas del Mundo, Juegos Olímpicos, Fórmula Uno, NBA, NFL.