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El viernes 21 de septiembre fue un día ideal para los jugadores de Quilmes. Además del comienzo de la primavera, los futbolistas disfrutaron de un rico asado tras una semana intensa de trabajo y se prepararon de la mejor manera para el encuentro del domingo contra Almagro.

Allí nos encontramos con Tomás López, defensor del Cervecero, que nos recibió con una gran alegría. A pesar de tener solamente 21 años, rápidamente se percibió su madurez y se dio una gran conversación.

Nacido en Corrientes en 1997, llegó a Quilmes en 2011 y hoy en día se ganó un lugar entre los titulares. El camino no fue fácil y tuvo una historia de sacrificio para llegar a primera. Una de las grandes dificultades fue estar lejos de su familia.

Allí contó la dura historia de su padre, que estuvo más de 15 años sin sus piernas porque sufría diabetes y fue una fuente de inspiración para el defensor. "Tengo un ejemplo de lucha, de seguir adelante. La voluntad de "levantarse" día a día es grande y cuando uno está tambaleado busca enfocarse y mirar el ejemplo que nos trae él", destacó.

Su padre se quedó sin piernas cuando era chico y fue algo que siempre lo acompañó. No tuvieron la suerte de poder patear una pelota juntos, pero a Tomás le brillaban los ojos cada vez que le tocaba hablar de él.

El domingo, Quilmes perdió con Almagro en el campeonato local y horas después el jugador recibió una noticia realmente dolorosa. Su padre Luis, su gran ejemplo en la vida, falleció a los 65 años.

A Tomás López seguramente le tocará enfrentar el partido más difícil de su vida, pero no hay dudas que saldrá adelante. El ejemplo de su padre lo acompañará siempre y seguramente lo alentará desde el cielo cada vez que le toque jugar. ¡Fuerza Tomi!