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El nombre del centrocampista del Tottenham Hotspur hace ya varias temporadas que ronda la órbita del Real Madrid como el posible sustituto de Luka Modric. Christian Eriksen, que llegó a White Hart Lane cuando el croata emigró a Madrid, podría seguir el mismo rumbo que su predecesor ahora que el actual Balón de Oro llega a los 33 años y ser su recambio natural, pero ahora parece que en el Santiago Bernabéu han decidido pasar de él.

El futbolista danés gusta mucho en Madrid y desde la directiva blanca se estimó el fichaje por un precio inferior a los 84 millones de euros, que teniendo en cuenta la irregularidad del jugador se antoja alto. Pero la operación entre el FC Barcelona y el Ajax de Amsterdam por el fichaje de Frenkie de Jong podría afectar en el mercado, haciendo que el precio del danés aumentase, por eso se ha optado por retirarse de la lucha por él.

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El presidente de los 'spurs', Daniel Levy, es un experto negociador que acostumbra a sacar un gran partido a sus ventas, por lo que no desaprovecharía la oportunidad de conseguir llenar sus arcas gracias a la salida de Eriksen. El mismo Levy aseguró hace no mucho que no dejaría escapar al mediocentro danés por menos de 250 millones de euros, una cantidad evidentemente muy lejana a la que cualquier club estaría dispuesto a pagar por él.

Sin embargo, esta decisión podría salirle cara al Tottenham pues Eriksen termina su contrato en 2020 y podría salir gratis con 28 años y aún varios años de carrera por delante para rendir al máximo nivel. El danés ha decidido que no va a renovar con el club londinense porque cree que merece un sueldo mayor y, pese a la renuncia del Real Madrid, otros grandes de Europa siguen manteniéndose en la puja por él, como es el caso de sus vecinos del Chelsea, el Manchester United, el Bayern de Munich o la Juventus de Turín.