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El Real Madrid llegó al Johan Cruyff Arena con el cartel de superfavorito para esta eliminatoria de la Champions League, tras su gran papel ante el Barça en Copa y frente al Atlético en Liga. Por su parte, el Ajax no estaba en su mejor momento tras pasarlo mal y acabar perdiendo ante el Heracles en la Eredivisie. Sin embargo, ayer se invirtieron los papeles y el club holandés pareció el equipo grande, el que lleva en el palmarés 13 Copas de Europa, mientras que los visitantes fueron empequeñeciendo sin el balón, sobre todo en la primera parte, aunque luego supieron resolver por la calidad y la pegada de sus jugadores.

Y es que el Ajax salió a por el partido desde el minuto uno y planteó una presión muy intensa sobre la salida del balón de los blancos. Un planteamiento que ahogó al rival y que lo encerró en su área durante muchos minutos del primer tiempo. Y es que por momentos parecía el Ajax de Cruyff mientras que el Madrid estuvo a su merced, sin el balón y sobrepasado en defensa, como un equipo de parte baja de la tabla de la Eredivisie que visitaba el campo del club más laureado de su país.

Lo cierto es que conjunto español disputaba su competición favorita, pero ayer no lo parecía. En estos últimos años daba igual cómo jugase el Madrid en Liga o en Copa, ya que siempre llegaba la Champions y se transformaba para mostrar su mejor juego. Así es como ganó cuatro de las cinco últimas Copas de Europa. Sin embargo, este partido fue todo lo contrario. Tras desplegar un buen nivel en los últimos encuentros, en este parecía que volvía a las andadas del mal juego, la poca solidaridad a la hora de defender y las pobres ocasiones en ataque.

Parecía haberse olvidado el Madrid de que estaba en la Champions. Lo hizo al menos durante gran parte del encuentro, aunque en la segunda parte tuvo momentos de lucidez en los que resolvió el partido por la pegada y la calidad de sus atacantes. El que no se olvidó de cómo jugar fue Vinícius, que protagonizó una gran jugada para asistir a Benzema en el primer gol. Después, Carvajal arregló sus apuros en defensa con un gran centro por bajo a tres minutos del final que aprovechó Asensio, que volvió a ser ese revulsivo que necesitaba el Madrid.

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Todo hacía indicar que iba a volver aquel Madrid que cayó ante el CSKA en la fase de grupos pero la gran diferencia es que este equipo ha aprendido a sufrir y a aguantar las envestidas del rival, además de acompañarle la suerte. Esa flor que no tuvo Lopetegui y que con Solari ha vuelto. El Ajax tuvo un balón al poste y un gol anulado por el árbitro tras consultar el VAR en los primeros 45 minutos, y luego lo acabó pagando ante el vigente campeón.