Skip to main content

Ariel Ortega tuvo una excelente carrera, se convirtió en uno de los grandes ídolos de la historia de River y se ganó el respeto de todos los amantes del fútbol. Ya lejos de las canchas, el Burrito contó una increíble anécdota de cuando comenzaba su carrera deportiva.

"En una final que se jugaba el clásico del pueblo, yo era el más chico, tenía 15 años, el partido estaba arreglado para un empate pero yo no sabía. Si empataban clasificaban los dos. No me avisaron, yo estaba de suplente y el director técnico me pone faltando 5 minutos como diciendo 'ya está'. Entré y metí el gol, esperaba que todos me vengan a abrazar y nadie me saludaba. Después sí me abrazaron en el vestuario porque iban a quedar todos pegados", contó en el programa Podemos Hablar.

Así también, contó lo que vivió cuando cobró su primer sueldo con el Millonario.  "En el 91′, River salió campeón y cobrábamos al final del campeonato. Yo jugué cuatro partidos y era premio doble.  Yo tenía que viajar a Ledesma en colectivo durante 24 horas y no tenía un peso. Aquel premio era bastante plata; me acuerdo que llevaba el dinero en un bolsito y me tenía que ir a Retiro. Pensé que si me quedaba dormido me podía pasar cualquier cosa, así que agarré y me puse el sueldo en la entrepierna. No me levanté ni para ir al baño", afirmó entre risas.

Por último, se refirió a la vida después de jugar el Mundial con la Selección. "Cuando volví  tenía 19 años, me mareé un poquito, pero tuve compañeros que me retaron y guiaron y me encaminé enseguida. Venía de Jujuy, no tenía un peso a los 19 años y estaba en un Mundial; vine acá y me conocía todo el mundo. Iba a comer, me daban todo gratis. Medio que me mareé. Por suerte me pude encaminar e hice una carrera muy linda", disparó.