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Se reveló una historia poca conocida y cautivante, de cómo el Daniel Passarella estuvo a nada de convertirse en técnico xeneize.

El actual presidente de la Argentina, Mauricio Macri, cuando comandaba el timón del club de la Ribera a finales de los 90’, tuvo la intención de fichar a un ícono de River, como Daniel Passarella. Por aquel entonces, uno de los mejores centrales que dio el fútbol argentino, dirigía la selección Argentina. Por su parte, a Boca lo entrenaba, un ex carasucia de San Lorenzo, Héctor el “Bambino” Veira. En aquella época, “Boca era un cabaret” y sus hinchas presionaban para cambiar el rumbo deportivo y volver a las viejas épocas de glorias.

"El candidato de Macri era Passarella, no Bianchi”, dijo en diálogo con ESPN FC, Roberto Digón, ex dirigente boquense, brindando pormenores poco trascendidos: “Fue a raíz de una encuesta que se hizo. Había dado Passarella alrededor del 52 por ciento; Bianchi alrededor del 35 ó 36 por ciento; y Brindisi entre un 16 y 17 por ciento”, contó para sorpresa de los presentes.

Y prosiguió relatando la trastienda del caso: “Los seis miembros principales de la Comisión Directiva analizamos la encuesta y decidimos que era mayor responsabilidad el tema Bianchi porque la encuesta nos daba lo siguiente: en caso de que Boca no hiciera una buena campaña se nos ponía mucho más complejo a nosotros y los socios decían que no sólo se fuera el técnico (por Passarella) sino nosotros también”, rememora. “A partir de eso evaluamos y tomamos la decisión de hablar con Carlos Bianchi”, expresó Digón. Es decir, que por las encuestas desistieron de concretar el "pase" del ex capitán argentino.

En aquel entonces, la idea era que Passarella asuma el equipo concluido el Mundial de Francia de 1998. El tiempo transcurrió y años más tarde, Passarella declaraba al respecto: "Estuve con Pompilio y les dije que la vez anterior no habían procedido bien conmigo. Que me pusieron en una terna sin que yo supiera nada, que después Macri vino a mi casa -se suponía que secretamente, cuando ya estaba definido lo de Bianchi y a la salida había periodistas y fotógrafos. Me dijo que eso era el pasado. Que él tenía muy buenas referencias mías, que me quería en Boca. Y que si le decía que sí a su ofrecimiento íbamos a su oficina y firmábamos un contrato por dos años". Por último, concluyó referido al caso que salió a la luz: "Le agradecí el ofrecimiento pero le dije que no aceptaba de ninguna manera. Que ya me habían usado una vez y que nunca dirigiría a Boca. Y en tono de broma le dije que fueran a buscar a los otros de aquella terna, a Bianchi o a Brindisi. Saludé y salí".

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A Boca, finalmente, llegó el “Virrey”. Mirando el tiempo hacia atrás, seguramente, fue la mejor contratación jamás hecha por los xeneizes, sin conocimiento futurista que vendría la etapa  cumbre de la azul y oro, si bien Bianchi venía de hacer historia en Vélez 

El resto es historia.