Chicharito se ha vuelto un ejemplo en la cancha y en la vida

La humildad, sencillez y buen carácter, son elementos que ayudaron a que Javier Hernández lograra llegar a la élite del futbol, pero su forma de ser ahora da un paso mayor para ser un ejemplo no sólo en la cancha, sino también en la vida diaria. 

Chicharito siempre se ha desempeñado con mucha naturalidad dentro del terreno de juego y su gran habilidad goleadora lo hizo acreedor al título de máximo anotador de la selección mexicana, incluso con el Manchester United y el Real Madrid, su carisma fue vital para ganarse el apoyo de todos los seguidores. 

Por si esto fuera poco, Hernández no sólo se ha vuelto una leyenda del futbol mexicano, sino que se ha convertido en uno de los pocos jugadores nacionales que hablan con total honestidad ante las cámaras y que no se escudan en respuestas sencillas, mostrando siempre una transparencia plausible. 

Mucha gente podrá o no estar de acuerdo con lo que piensa o dice un delantero que ha sido más criticado de lo que debería por lo que le ha entregado al futbol azteca, sin embargo, la forma natural en la que se expresa, y ahora la forma de vida que ha decidido llevar bajo lo que él describe como "pubertad tardía", es algo que no únicamente hay que respetar, sino que hay que admirar. 

La disciplina y pasión por el deporte son otras virtudes que Javier ha desempeñado a lo largo de su carrera y que no desaparecerán, mientras que ahora, el mensaje que transmite a las próximas generaciones dentro del campo, lo quiere impregnar también fuera de ella. El atacante mexicano habló sobre cómo venció a los miedos y le hizo frente a las reglas que muchas veces marca la sociedad, algo que evidentemente le trajo muchas críticas, pero fiel a su estilo, éstas no lo prohibieron de comenzar una nueva forma de vida. 

Chicharito está cumpliendo sus sueños y mejor aún, está tratando, como lo ha hecho a lo largo de toda su carrera, de impulsar al resto a hacerlo sin miedo a lo que dirán los demás o a lo que establece muchas veces la sociedad, pues lo que transmitía dentro de la cancha, lo está haciendo también en la vida.