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El diablo sabe más por viejo que por diablo y Alfredo Di Stefano no se equivocaba cuando pronunció un 20 de julio de 1982: "Tenemos que ganar títulos, en el Madrid no vale ser segundo".

El Madrid en 1982 pasaba por una mala época económica, cuando por primera vez en su historia, el nuevo presidente elegido, Luis de Carlos, tuvo que recurrir a poner publicidad en las camisetas para aumentar los ingresos. El patrocinador escogido fue Zanussi. Debido a que las arcas del Real Madrid estaban vacías, el club blanco no se podía permitir el lujo de apostar por fichajes estrellas por lo que sus grandes aportaciones ese año fueron Di Stefano como entrenador del primer equipo y Amancio del segundo.

En la presentación como entrenador, el argentino dijo que el Madrid tenía que ganar todos los títulos posibles, pero aquel se convirtió en aciago. El equipo de Chamartín acabo segundo en todo. Para empezar la Supercopa de España se perdió contra la Real Sociedad en un partido de ida y vuelta, a esta derrota se le sumaron a lo largo de la temporada la Copa del Rey y la Copa de la Liga frente al Barcelona de Maradona. La liga también se le escapó en el último partido, al Madrid le valía un empate en Mestalla pero un gol de Tendillo acabó con sus ilusiones.

En el plano europeo el Real Madrid dos años antes había logrado llegar a la final de la Copa de Europa, en 1983 también se quedaría a las puertas de conseguir un título al perder la final de la Recopa contra el Aberdeen escocés dirigido por Alex Ferguson.