El sol japonés también nace en Grandes Ligas

Shohei Ohtani es el estandarte de la nueva generación de peloteros japoneses en MLB, pero no es el único con talento sobrenatural.
Seiya Suzuki (Cubs) y Shohei Ohtani (Dodgers) durante un partido de Grandes Ligas.
Seiya Suzuki (Cubs) y Shohei Ohtani (Dodgers) durante un partido de Grandes Ligas. / Foto: Michael Reaves/Getty Images.

Es normal que Shohei Ohtani, el unicornio de dos vías de nuestra generación, imante todas las miradas y acapare todos los titulares. Sin embargo, hay buenas razones para pensar que el beisbol japonés vive, más allá de Ohtani, su mejor momento en Grandes Ligas en términos de sensaciones, volumen y productividad.

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Como advertía el periodista Anthony Castrovince, el pasado All-Star en Atlanta sirvió como termómetro para calibrar el impacto mediático de lanzadores como el emocionante Yoshinobu Yamamoto (Dodgers) y el fiable veterano Yusei Kikuchi (Angels), pero también para palpar el efecto que provocaron las ausencias clamorosas e injustificables de Seiya Suzuki (Cubs) y Kodai Senga (Mets) —y si estiramos un poco más la liga, la de Shota Imanaga (Cubs) —.

Japón ya había tenido, como en este 2025, tres representantes en el Juego de Estrellas en cuatro ocasiones —la más simbólica sigue siendo, por motivos exclusivamente sentimentales, la de 2003, con Hideki Matsui, Ichiro Suzuki y Shigetosh Hasegawa—. No obstante, la evidencia sugiere que la hornada de este año está haciendo historia en todos los sentidos posibles.

Una de las grandes noticias de la primera mitad de temporada, además del emocionante pulso jonronero de Cal Raleigh con Seattle, fue la evoluición de Seiya Suzuki con los Cubs.

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A día de hoy, el jardinero y bateador designado de Chicago solo tiene menos remolques (81) que Eugenio Suárez (86), Cal Raleigh (84) y Aaron Judge (84) en todo el beisbol.  

El espectacular año Suzuki, cuyo gran ídolo es Mike Trout, ha sido eclipsado, incluso en su propio país, por el progresivo regreso al montículo de Ohtani, pero de ninguna manera se trata de un acontecimiento menor.

Como tampoco se trata de un acontecimiento menor el año de Kodai Senga, quien, pese a que se perdió casi un mes por un problema en el tendón de la corva, mantiene una efectividad de 1.83 en 15 aperturas esta temporada con los Mets. Y a quien el distinguido analista de pitcheo, Rob Friedman, ha popularizado en X como el siniestro autor del “tenedor fantasma”. 

La hoja de ruta de Imanaga quizá era menos sólida, sobre todo considerando su número de innings lanzados (75.0), pero su 2.40 de efectividad en 12 aperturas también invita a pensar, encandenandolo con su maravilloso año como novato (2.92 de ERA en 173.1 innings de labor), en un abridor dominante. Si consideramos 2024 y 2025, solo Paul Skenes, Tarik Skubal, Chris Sale y Zack Wheeler tienen mejor porcentaje de carreras limpias que él.

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El derecho Yoshinobu Yamamoto, por su parte, es uno de los mejores lanzadores del año en la Liga Nacional que no se llaman Paul Skenes —la oposición le batea apenas .197 y es cuarto en efectividad (2.55) en el viejo circuito—. A día de hoy, con lo ocurrido en los últimos dos meses de temporada, ya no es posible hablar de un candidato legítimo al Cy Young, pero los Dodgers y Dave Roberts esperan que se convierta en la principal certeza de su rotación abridora en postemporada. 

El zurdo Yusei Kikuchi, a sus 33 años, está en medio de la mejor temporada de su carrera en Orange County. Sus números con los Angels son sensiblemente superiores a los de 2021, cuando también recibió una invitación al clásico de mitad de temporada como miembro de los Mariners. Hablamos, para ponerle perspectiva, de uno de los repertorios más intimidantes de todo el beisbol. Para muestra, el día de los 12 ponches ante los Red Sox, con una generosa dósis de sliders frente a bateadores zurdos.

En tanto, Shohei Ohtani, con una temporada parcial de dos vías, tiene buenas posibilidades de ganar su cuarto premio MVP por lo hecho con su bate (37 cuadrangulares y 70 impulsadas), salvo que Kyle Shwarber, Pete Crow-Armstrong o el subestimado toletero venezolano Eugenio Suárez digan algo al respecto. 

Si bien la generación japonesa actual no se define exclusivamente por Ohtani, otro año redondo de su principal exponente ayudaría a reivindicar un movimiento que podría robustecerse aún más con el inminente desembarco del antesalista Munetaka Murakami —alter ego del candidato perenne al premio Nobel y responsable de haber dejado tendido en el terreno al representativo mexicano en el Clásico Mundial de 2023— y la recuperación total de Roki Sasaki, cuyo inconmensurable talento y tierna edad de 21 años motiva a pensar en él como algo que un actor de reparto.


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Ricardo López Si
RICARDO LÓPEZ SI

Editor en Sports Illustrated México. Periodista y escritor.