La lista completa de los entrenadores que dirigirán a las selecciones clasificadas al Mundial 2026

El Mundial 2026 marcará un punto de inflexión en la historia del fútbol: por primera vez, 48 selecciones competirán en la máxima cita internacional, lo que amplió el mapa competitivo y elevó la exigencia para los entrenadores de cada confederación.
Detrás de cada equipo clasificado hay un proyecto, una idea y un líder técnico que moldeó el camino hacia la Copa del Mundo más grande de todos los tiempos. Desde estrategas de renombre internacional hasta figuras emergentes que sorprendieron con campañas memorables, la variedad de estilos y filosofías define un torneo que promete ser tan diverso como apasionante.
Este recorrido analiza a los 42 entrenadores ya clasificados, ordenados por confederación, y destaca su trayectoria, identidad táctica y principales logros. Son entrenadores que representan diferentes culturas futbolísticas y que, desde su experiencia o su innovación, llevaron a sus selecciones a superar desafíos eliminatorios, reconstrucciones internas y contextos competitivos muy distintos.
aCada uno de ellos llega al Mundial con una historia para contar y una misión por cumplir, en un escenario donde la preparación estratégica será tan determinante como el talento dentro del campo de juego.
La lista de los entrenadores que dirigirán a las selecciones clasificadas al Mundial 2026
ASIA
1. Hajime Moriyasu-Japón

Hajime Moriyasu es uno de los entrenadores japoneses más influyentes de la última década. Exmediocampista internacional, su carrera como técnico comenzó en Sanfrecce Hiroshima, donde se destacó por su estilo dinámico y una estructura de juego flexible. Desde su llegada a la selección japonesa, impulsó una renovación generacional, integrando talentos jóvenes que le dieron al equipo un salto de agresividad, velocidad y precisión técnica.
Con Japón logró grandes actuaciones en competencias regionales e internacionales, consolidando al equipo como una de las potencias asiáticas. Su principal logro es haber desarrollado un estilo de juego moderno basado en presión alta, transiciones rápidas y un control territorial constante. Moriyasu ha convertido a Japón en una selección muy respetada, capaz de competir ante cualquier rival en el mundo.
2. Myung-bo Hong-Corea del Sur

Myung-bo Hong, considerado uno de los mejores futbolistas en la historia de Corea del Sur, trasladó su prestigio y liderazgo al rol de entrenador tras una destacada carrera como defensor. Con experiencia en selecciones juveniles, clubes de la K League y en el fútbol chino, Hong desarrolló una filosofía basada en la disciplina táctica, la salida limpia desde el fondo y un ritmo de juego vertical. Su perfil combina autoridad natural, inteligencia estratégica y una lectura profunda del fútbol asiático.
Bajo su conducción, Corea del Sur recuperó orden, consistencia y un estilo más equilibrado, capaz de adaptarse tanto a rivales físicos como técnicos. La clasificación al Mundial 2026 confirma la solidez de su proyecto y la maduración de una generación liderada por futbolistas en ligas europeas. Hong ha devuelto estabilidad a la selección y logró afianzar una identidad clara después de años de cambios en el banquillo.
3. Amir Ghalenoei-Irán

Amir Ghalenoei es uno de los entrenadores más exitosos del fútbol iraní, con múltiples títulos en la liga local y un profundo conocimiento de la estructura futbolística del país. Su estilo combina organización defensiva, intensidad y un enfoque directo que prioriza la eficacia sobre la posesión prolongada. Conocido por su autoridad y atención al detalle, logró potenciar tanto a jugadores experimentados como a nuevas figuras surgidas del campeonato iraní.
Con él, Irán mantuvo su tradicional competitividad en Asia, asegurando su presencia en el Mundial 2026 con un rendimiento sólido. Su gestión devolvió estabilidad y continuidad a un equipo acostumbrado a los grandes escenarios, y reforzó la identidad iraní basada en orden, compromiso y solidez táctica. Ghalenoei ha sido clave para sostener a Irán entre las selecciones más consistentes del continente.
4. Hervé Renard-Arabia Saudita

Hervé Renard es una figura global dentro del fútbol de selecciones, famoso por su capacidad para transformar equipos y lograr resultados inesperados. Campeón continental con Zambia y Costa de Marfil, llevó su enfoque disciplinado y su estilo de juego compacto a Arabia Saudita, introduciendo intensidad táctica, pressing coordinado y una estructura defensiva muy sólida. Su presencia aportó profesionalismo, rigor europeo y una mentalidad competitiva renovada.
Durante su conducción, Arabia Saudita mostró un rendimiento estable y una identidad clara, logrando la clasificación al Mundial 2026 con autoridad. Renard fortaleció al equipo, mejoró el funcionamiento colectivo y consolidó una selección capaz de competir con orden y valentía. Su ciclo representó un salto cualitativo para el fútbol saudí, integrado ahora a los estándares internacionales más exigentes.
5. Jamal Sellami-Jordania

Jamal Sellami, exinternacional marroquí con amplia experiencia en clubes de su país y en el desarrollo de talentos juveniles, asumió Jordania con un proyecto claro: profesionalizar la estructura, ordenar la táctica y potenciar la mentalidad competitiva del equipo. Sellami se distingue por su metodología moderna y su enfoque en transiciones rápidas, líneas compactas y presión disciplinada.
Su gestión produjo un salto notable en el rendimiento jordano, logrando una histórica clasificación al Mundial 2026. Sellami convirtió a Jordania en una selección intensa, difícil de enfrentar y tácticamente madura. Su trabajo ha sido uno de los grandes fenómenos de crecimiento en el fútbol asiático reciente, llevando al país a su primera gran cita mundialista.
6. Julen Lopetegui-Qatar

Julen Lopetegui llegó a Qatar con una trayectoria de élite: campeón de Europa juvenil con España, director técnico de la selección mayor, entrenador del Porto, del Real Madrid y del Sevilla (con quien ganó la Europa League). Su estilo se basa en posesión controlada, salida limpia y presión organizada.
Lopetegui aporta una combinación de metodología europea, liderazgo sereno y rigor táctico.
En Qatar inició un proceso de reorientación futbolística tras el ciclo anterior, buscando un modelo más técnico y estructurado. Bajo su dirección, la selección mostró avances en solidez y funcionamiento colectivo, logrando la clasificación al Mundial 2026. Su presencia representa un salto cualitativo para el proyecto qatarí, orientado ahora hacia estándares más altos.
7. Tony Popovic-Australia

Tony Popovic es uno de los entrenadores australianos más influyentes de los últimos años, con experiencia en la A-League, en Turquía y en Grecia. Reconocido por su intensidad, su estructura defensiva y su capacidad de motivación, Popovic ha sido clave en la consolidación de varios equipos competitivos en el fútbol oceánico y asiático. Su estilo combina agresividad táctica, bloques compactos y transiciones eficaces.
Al asumir la selección australiana, aportó orden, firmeza y una visión clara de reconstrucción en un ciclo complejo. Su clasificación al Mundial 2026 reafirma un proyecto basado en esfuerzo colectivo, disciplina y la integración de jóvenes talentos. Con Popovic, Australia vuelve a presentarse como una selección física, trabajada y muy difícil de enfrentar.
8. Fabio Cannavaro-Uzbequistán

Fabio Cannavaro, campeón del mundo como futbolista y ganador del Balón de Oro, ha construido una carrera como entrenador con pasos por China y Arabia Saudita, donde desarrolló una visión más táctica y estructurada del juego. Su estilo combina orden defensivo, salida organizada y un enfoque en la intensidad física, propio de su pasado como defensor de elite. Cannavaro ha demostrado capacidad para gestionar grupos multiculturales y potenciar procesos de largo plazo.
Al frente de Uzbekistán, logró dar un salto histórico. Modernizó el funcionamiento del equipo, fortaleció la estructura defensiva y consolidó una identidad más competitiva. Su clasificación al Mundial 2026 marca un hito para el país y posiciona a Cannavaro como el arquitecto de uno de los proyectos más relevantes de la región.
CONMEBOL
9. Lionel Scaloni- Argentina

Lionel Scaloni llegó al mando de la selección argentina en medio de la transición post-Mundial 2018. Su enfoque equilibrado, su manejo de vestuario y su mirada moderna del juego lo consolidaron rápidamente como un técnico de élite. Scaloni impulsó una renovación ordenada, integrando jóvenes talentos junto a referentes históricos.
Su gestión llevó a Argentina a los mayores éxitos recientes, con el pico máximo en Qatar 2022, con solidez defensiva y un fútbol fluido y competitivo.
La clasificación al Mundial 2026 confirma la continuidad de un ciclo histórico. Bajo su conducción, Argentina mantiene identidad, cohesión y un alto estándar internacional.
Es uno de los grandes candidatos al título.
10. Marcelo Bielsa-Uruguay

Marcelo Bielsa, uno de los entrenadores más influyentes del mundo, asumió Uruguay con la intención de modernizar el estilo histórico charrúa. Su propuesta se basa en intensidad extrema, presión alta y protagonismo constante. Bielsa es reconocido por potenciar juveniles y por transformar estructuras.
Bajo su dirección, Uruguay mostró un fútbol agresivo y dinámico que le permitió clasificarse al Mundial 2026 con solvencia. Su impacto se refleja en el rendimiento colectivo y en la evolución del plantel. Bielsa le ha dado a Uruguay una identidad renovada y un proyecto con ambición internacional.
Será su tercer Mundial, tras lo realizado con Argentina (2002) y Chile (2010).
11. Néstor Lorenzo-Colombia

Néstor Lorenzo llegó a Colombia con perfil bajo pero resultados inmediatos. Ex asistente de José Pékerman, adoptó un estilo pragmático y equilibrado, buscando recuperar solidez defensiva y eficiencia ofensiva. Su liderazgo calmado y sus conceptos tácticos claros lo convirtieron en un técnico muy respetado.
Su clasificación al Mundial 2026 confirma su trabajo silencioso pero efectivo. Colombia volvió a ser un equipo confiable, ordenado y competitivo a nivel continental. Lorenzo rescató confianza y le devolvió estabilidad al proyecto colombiano.
12. Carlo Ancelotti-Brasil

Carlo Ancelotti llegó a la selección brasileña tras construir una de las carreras más prestigiosas de la historia del fútbol. Su experiencia al frente del Real Madrid, el Milan, el Bayern Múnich y el Chelsea lo ubica entre los entrenadores más laureados del mundo.
Ancelotti aporta un enfoque equilibrado, flexible y basado en la lectura fina de cada partido. Su serenidad y su capacidad para gestionar estrellas encajan perfectamente con el perfil histórico de la selección brasileña.
El italiano tendrá la difícil tarea de llevar a la Verdeamarela a lo más alto, tras dos Mundiales seguidos sucumbiendo en los cuartos de final.
13. Gustavo Alfaro-Paraguay

Gustavo Alfaro asumió Paraguay con el desafío de reconstruir un equipo en transición. Reconocido por su capacidad para organizar defensivamente y potenciar la competitividad incluso en planteles con limitaciones, Alfaro aplicó un enfoque pragmático y tácticamente disciplinado. Su experiencia previa con selecciones —especialmente su destacado ciclo al mando de Ecuador rumbo al Mundial 2022— le permitió adaptarse rápidamente al contexto paraguayo.
Alfaro devolvió orden, confianza y un estilo reconocible a la selección. Bajo su conducción, Paraguay mostró crecimiento en funcionamiento colectivo, capacidad para competir en escenarios difíciles y una estructura que maximiza el rendimiento de cada jugador. La clasificación al Mundial 2026 representa un salto clave para el nuevo ciclo y confirma la validez de su proyecto.
14. Sebastián Beccacece-Ecuador

Sebastián Beccacece asumió Ecuador como parte de una apuesta por un entrenador de ideas intensas, modernas y basadas en la presión alta. Con experiencia como asistente de Jorge Sampaoli (fue al Mundial 2018) y como entrenador principal en clubes como Defensa y Justicia, Racing y Universidad de Chile, Beccacece llegó con una propuesta de protagonismo, movilidad constante y agresividad táctica.
Su gestión fortaleció el dinamismo y la capacidad de presión de un plantel joven y muy físico. Ecuador mantuvo su competitividad en eliminatorias y logró clasificar nuevamente a un Mundial gracias a un estilo enérgico y una estructura clara en todas las fases del juego. Beccacece consolida así un perfil que combina renovación, riesgo y un enfoque metodológico muy marcado.
UEFA
15. Ralf Rangnick-Austria

Ralf Rangnick es uno de los nombres más influyentes en la modernización del fútbol alemán y europeo. Conocido como el “padre del gegenpressing”, desarrolló una filosofía basada en presión alta, intensidad y transiciones rápidas. Su carrera incluye etapas clave en Hoffenheim, Leipzig y Schalke, donde impulsó proyectos que marcaron tendencia. Su visión metodológica y su capacidad para estructurar clubes y selecciones lo convirtieron en un estratega de referencia.
En Austria logró una transformación notable: dio identidad, orden táctico y competitividad internacional a una selección que venía de altibajos. Bajo su conducción, Austria mostró solidez, intensidad y una idea clara de juego. La clasificación al Mundial 2026 confirma el impacto directo de su método y posiciona al equipo como una de las selecciones europeas más disciplinadas y tácticamente modernas.
16. Rudi García-Bélgica

Rudi García asumió la selección belga aportando una trayectoria consolidada en clubes de primer nivel europeo, como Lille, Roma, Olympique de Marsella, Lyon y Napoli. Reconocido por su capacidad para construir equipos competitivos, con presión alta y transiciones rápidas, García combina un enfoque táctico moderno con una fuerte influencia del fútbol ofensivo francés y mediterráneo. Su manejo de vestuarios exigentes y su experiencia en competiciones internacionales lo posicionan como un técnico apto para liderar una generación en plena renovación.
En Bélgica tomó el mando en un ciclo marcado por el fin de la “Generación Dorada” y la necesidad de reestructurar la identidad colectiva. Su trabajo se centró en integrar nuevos talentos, dar frescura táctica y recuperar intensidad dentro del campo de juego. La clasificación al Mundial 2026 es un respaldo directo a su gestión, que logró estabilizar el rendimiento del equipo y mantener a Bélgica en la élite competitiva europea.
17. Zlatko Dalić-Croacia

Zlatko Dalić es la figura que llevó a Croacia a su mayor esplendor futbolístico. Tras una carrera que incluyó pasos por clubes de Medio Oriente y el fútbol balcánico, su llegada a la selección croata fue el punto de inflexión: bajo su mando, el equipo alcanzó la final del Mundial 2018 y el podio en 2022, consolidándose como una de las selecciones más competitivas del planeta. Su estilo combina orden, carácter y una lectura fina de cada partido.
Dalić ha sabido potenciar a sus figuras experimentadas y al mismo tiempo incorporar jóvenes talentos, manteniendo siempre un funcionamiento sólido. La clasificación al Mundial 2026 reafirma su liderazgo y su capacidad para sostener a Croacia en la élite. Su influencia táctica y emocional se convirtió en el principal pilar de un ciclo histórico.
18. Thomas Tuchel-Inglaterra

Thomas Tuchel llegó a la selección inglesa como una apuesta fuerte por la modernización táctica y la sofisticación del juego. Con una trayectoria de elite —el Borussia Dortmund, el Paris Saint-Germain, el Chelsea y el Bayern Múnich—, Tuchel es uno de los entrenadores más influyentes de la última década. Su estilo combina flexibilidad táctica, estructuras dinámicas y una lectura profunda del análisis de datos. Es reconocido por su capacidad para maximizar el rendimiento de futbolistas creativos dentro de sistemas de alta precisión.
En Inglaterra inició una etapa marcada por la transición hacia un modelo más agresivo, fluido y adaptable a los desafíos del fútbol contemporáneo. Su gestión apunta a aprovechar la enorme calidad individual de la selección inglesa, potenciando la presión coordinada, la circulación rápida de balón y la versatilidad posicional. La clasificación al Mundial 2026 confirma la solidez de su proyecto debut y coloca a Inglaterra entre las selecciones con mayor potencial táctico del torneo.
19. Didier Deschamps-Francia

Didier Deschamps es uno de los entrenadores más exitosos del fútbol moderno. Con un enfoque pragmático y eficiente, logró que Francia alcanzara finales mundiales consecutivas, potenciando el extraordinario talento de su plantilla. Su carrera como técnico, precedida por una exitosa trayectoria como futbolista, lo convirtió en un líder con autoridad natural dentro de la selección.
Su continuidad garantiza estabilidad, jerarquía y un proyecto con identidad clara: solidez defensiva, despliegue físico y un ataque letal. La clasificación al Mundial 2026 ratifica el dominio francés en Europa y el excelente trabajo de Deschamps al gestionar generaciones repletas de estrellas sin perder equilibrio colectivo.
Se trata de su último torneo al frente del combinado nacional ya que el próximo entrenador de los galos será Zinedine Zidane, ni más ni menos.
20. Julian Nagelsmann-Alemania

Julian Nagelsmann es el rostro de la nueva escuela de entrenadores alemanes. Con experiencias sobresalientes en el Hoffenheim, el Leipzig y el Bayern Múnich, llegó a la selección como una apuesta por la innovación táctica. Su estilo se caracteriza por la flexibilidad, el uso intensivo de análisis, la presión alta y la construcción desde la posesión dinámica.
En Alemania inició un proceso de renovación profunda, integrando jóvenes talentos y ajustando la estructura táctica del equipo. Su clasificación al Mundial 2026 simboliza el renacimiento de una selección que necesitaba modernizarse. Nagelsmann aporta frescura, ADN ofensivo y metodología contemporánea.
21. Ronald Koeman-Países Bajos

Ronald Koeman tiene una trayectoria dual que lo vincula desde siempre con el ADN del fútbol neerlandés: como jugador fue figura del Dream Team de Cruyff, y como entrenador tuvo un paso importante por el Barcelona, un club muy vinculado a la visión de juego naranja.
Su modelo se basa en la escuela tradicional holandesa: salida clara, juego posicional y ataque ordenado.
En la selección impulsó una etapa de continuidad y disciplina táctica, devolviendo solidez a un equipo talentoso pero irregular. La clasificación al Mundial 2026 reafirma la estabilidad de su proceso. Con Koeman, Países Bajos mantiene la esencia histórica del país, adaptada al ritmo del fútbol moderno.
22. Ståle Solbakken-Noruega

Ståle Solbakken es un técnico con larga experiencia en el fútbol escandinavo y centroeuropeo, destacándose por sus etapas exitosas en el FC Copenhague. Su estilo combina orden defensivo, juego directo y una estructura física sólida. Su llegada a la selección noruega buscó potenciar una generación excepcional encabezada por Haaland y Ødegaard.
Aunque su mayor desafío fue consolidar funcionamiento colectivo, Solbakken logró construir un equipo competitivo que finalmente obtuvo la clasificación al Mundial 2026. Su trabajo equilibró talento individual con un sistema táctico coherente, devolviendo a Noruega al escenario mundial después de años de ausencia.
23. Roberto Martínez-Portugal

Roberto Martínez tiene una trayectoria marcada por su paso por la Premier League y por la selección belga, con la que llegó a posiciones históricas. Su visión táctica es ofensiva, basada en posesión elaborada y amplitud por bandas. Martínez aporta profesionalismo, metodología moderna y capacidad para gestionar planteles con grandes figuras.
En Portugal continuó el proceso iniciado por Fernando Santos, pero con un enfoque más agresivo y fluido. Su clasificación al Mundial 2026 exhibe el alto nivel competitivo del equipo y su adaptación a un sistema más ambicioso. Martínez cuenta con una generación extraordinaria para consolidar un ciclo exitoso.
24. Luis de la Fuente-España

Luis de la Fuente fue durante años el arquitecto de las selecciones juveniles de España, logrando títulos europeos con distintas categorías. Su promoción a la selección absoluta significó continuidad metodológica y confianza en el talento formado en casa. Su estilo es equilibrado: combina la esencia del toque español con una mayor verticalidad.
Bajo su conducción, España recuperó regularidad competitiva y frescura. Su clasificación al Mundial 2026 se dio con un equipo renovado, con mezcla ideal entre jóvenes de la nueva generación y referencias experimentadas. De la Fuente ha consolidado un proyecto coherente y respetado.
25. Steve Clarke-Escocia

Steve Clarke llevó a Escocia a uno de sus períodos más estables en décadas. Con amplia experiencia en la Premier League como asistente y entrenador principal, llegó a la selección para imponer orden, disciplina y claridad táctica. Su visión se centra en defensa sólida, trabajo colectivo y eficiencia ofensiva.
Clarke devolvió competitividad internacional a Escocia, logrando clasificaciones consecutivas y recuperando orgullo nacional. La presencia en el Mundial 2026 confirma la solidez de su proyecto, basado en un grupo cohesionado y muy consciente de sus fortalezas estructurales.
26. Murat Yakin-Suiza

Murat Yakin, exdefensor internacional, desarrolló su carrera como técnico en Basilea, Thun y otras instituciones suizas. Su modelo se apoya en solidez defensiva, orden táctico y transiciones bien planificadas. Tiene una fuerte capacidad para gestionar grupos y sostener niveles altos de concentración.
Con Suiza logró estabilidad en eliminatorias y torneos internacionales, manteniendo al equipo como una de las selecciones más competitivas de Europa. La clasificación al Mundial 2026 confirma su trabajo estructural y la continuidad de un ciclo sólido basado en la disciplina y la eficiencia.
CAF
27. Hossam Hassan-Egipto

Hossam Hassan, leyenda absoluta del fútbol egipcio y uno de los máximos goleadores de la historia africana, asumió la selección con el objetivo de devolverle competitividad y personalidad. Su trayectoria como entrenador incluye pasos por clubes emblemáticos del país como Zamalek, Al-Masry y Al-Ittihad, donde se destacó por su energía, su enfoque directo y su manejo emocional del vestuario. Hassan representa la figura del técnico apasionado, capaz de transmitir intensidad y carácter a cada equipo que dirige.
En Egipto impulsó una etapa de reordenamiento táctico y recambio generacional, combinando figuras consolidadas con nuevos talentos surgidos del torneo local. Su clasificación al Mundial 2026 refleja su capacidad para revitalizar a un conjunto que buscaba reencontrarse con su identidad histórica. Bajo su liderazgo, Egipto ganó agresividad, estructura y una mentalidad más combativa.
28. Vladimir Petković-Argelia

Vladimir Petković llegó a Argelia con un prestigio internacional construido en la selección de Suiza, donde realizó campañas memorables en Mundiales y Eurocopas. Su estilo se basa en orden, versatilidad táctica y un uso inteligente del bloque defensivo. Petković combina pragmatismo con una lectura muy precisa de los ritmos del partido, características que lo convierten en un entrenador especialmente sólido en fases clasificatorias.
En Argelia asumió el desafío de reestructurar un equipo talentoso pero irregular, logrando estabilidad y una mejora clara en el funcionamiento colectivo. La clasificación al Mundial 2026 confirma la eficacia de su propuesta y la recuperación competitiva del seleccionado argelino. Su trabajo consolidó a Argelia como una selección nuevamente temible en el continente.
29. Sami Trabelsi-Túnez

Sami Trabelsi, exfutbolista internacional y entrenador con larga trayectoria en el fútbol tunecino y catarí, es reconocido por su enfoque táctico equilibrado y su habilidad para construir equipos compactos. Durante su carrera dirigió a la selección tunecina en un ciclo anterior y posteriormente se estableció con éxito en el Golfo, adquiriendo una mirada más moderna y metodológica del juego.
Su regreso a Túnez representó un punto de estabilidad en un proceso con varios cambios recientes. Trabelsi ordenó al equipo, reforzó la estructura defensiva y recuperó intensidad competitiva. La clasificación al Mundial 2026 confirma que su modelo, basado en disciplina táctica y orden, volvió a colocar a Túnez entre las selecciones más confiables del continente.
30. Emerse Faé-Costa de Marfil

Emerse Faé irrumpió en la escena internacional como uno de los entrenadores más jóvenes y prometedores de África. Exmediocampista marfileño, su ascenso fue meteórico tras asumir el cargo de manera interina y conducir al equipo a un nivel de cohesión y rendimiento inesperado. Su visión combina intensa disciplina táctica con un enfoque emocional muy potente, logrando que Costa de Marfil recuperara agresividad y solidez.
Su clasificación al Mundial 2026 refleja su capacidad para unir a un plantel repleto de talento y devolverle una identidad clara. Faé impulsó un estilo basado en presión, transiciones verticales y una fuerte presencia física. Su trabajo lo convirtió en uno de los técnicos más influyentes de la nueva generación africana.
31. Aliou Cissé-Senegal

Aliou Cissé es el proyecto de continuidad más exitoso del fútbol africano reciente. Excapitán de la generación histórica de 2002, tomó la conducción técnica con una idea clara: disciplina, intensidad física y cohesión colectiva. Su carrera como entrenador estuvo ligada a las selecciones juveniles senegalesas antes de llegar al equipo mayor, lo que le dio un conocimiento profundo del proceso formativo del país.
Bajo su mando, Senegal se consolidó como una de las selecciones más competitivas del continente. Su clasificación al Mundial 2026 se suma a una serie constante de logros que demuestran su estabilidad y liderazgo. Cissé logró combinar estrellas internacionales con jugadores del medio local dentro de un modelo táctico de alto rendimiento.
32. Otto Addo-Ghana

Otto Addo, nacido en Alemania y exinternacional ghanés, tiene una trayectoria vinculada al desarrollo juvenil y a la metodología moderna, especialmente gracias a su trabajo en Borussia Dortmund. Su enfoque combina un juego estructurado con libertad creativa para atacantes talentosos. Addo es reconocido por su capacidad para integrar jóvenes y potenciar habilidades individuales dentro de un marco táctico claro.
Su clasificación al Mundial 2026 marca un nuevo capítulo en el crecimiento futbolístico de Ghana, recuperando competitividad después de etapas irregulares. Bajo su dirección, la selección mostró solidez en mediocampo y un ataque más dinámico. Addo representa una nueva camada de técnicos africanos formados en el fútbol europeo.
33. Walid Regragui-Marruecos

Walid Regragui es uno de los entrenadores africanos más respetados del mundo. Tras destacarse en el Wydad Casablanca y ganar prestigio internacional, asumió la selección con una propuesta moderna, ordenada y basada en una intensidad táctica impecable. Regragui combina disciplina defensiva con transiciones rápidas y agresividad controlada.
Su gestión llevó a Marruecos a un rendimiento histórico en competiciones recientes, y su clasificación al Mundial 2026 confirma la continuidad de un proyecto sólido. Su capacidad para cohesionar a futbolistas de diversas ligas europeas dentro de un mismo modelo táctico ha sido fundamental para convertir a Marruecos en una potencia africana.
34. Hugo Broos-Sudáfrica

Hugo Broos es un entrenador con décadas de experiencia, conocido principalmente por su consagración continental con Camerún en 2017. Su estilo pragmático, basado en disciplina táctica y orden defensivo, lo volvió una figura muy respetada en África. En Sudáfrica encontró un plantel joven al que fortaleció con estructura y confianza.
La clasificación al Mundial 2026 representa un logro significativo para Broos, quien logró recuperar competitividad y cohesión en el equipo. Su enfoque metódico y su liderazgo tranquilo permitieron que Sudáfrica volviera a posicionarse como una selección firme y confiable en el continente.
35. Pedro Leitão Brito “Bubista”-Cabo Verde

Pedro Leitão Brito, conocido como Bubista, ha sido el arquitecto de la sorprendente evolución futbolística de Cabo Verde. Exjugador internacional, asumió la selección con ideas claras: estructura defensiva, presión coordinada y un modelo ofensivo directo y veloz. Su capacidad para trabajar con futbolistas que militan en diversas ligas europeas ha sido clave para elevar el nivel competitivo del equipo.
La clasificación al Mundial 2026 es uno de los mayores hitos en la historia deportiva del país. Bubista logró que Cabo Verde se transformara en una selección disciplinada, intensa y muy difícil de enfrentar. Su proyecto es uno de los grandes ejemplos de crecimiento sostenido en África.
OCEANÍA
36. Darren Bazeley-Nueva Zelanda

Darren Bazeley asumió la conducción de Nueva Zelanda con una visión de continuidad dentro del proyecto de desarrollo del fútbol oceánico. Exjugador del Watford y del Walsall, su carrera como entrenador se formó principalmente en el trabajo con divisiones juveniles y selecciones menores de Nueva Zelanda, donde se destacó por su enfoque estructurado, su capacidad metodológica y su apuesta por un fútbol ordenado, físico y disciplinado. Bazeley ha sido una figura clave en el crecimiento de la base del fútbol neozelandés, potenciando a varias generaciones emergentes.
Al frente de la selección mayor, consolidó un equipo competitivo dentro de la región oceánica, basado en una sólida organización táctica y un estilo de juego directo y efectivo. Su trabajo permitió que Nueva Zelanda lograra la clasificación al Mundial 2026, reafirmando su dominio en OFC y fortaleciendo un proceso que busca posicionar al país como un rival más consolidado a nivel internacional. Con Bazeley, los All Whites encaran la Copa del Mundo con un proyecto coherente y orientado al crecimiento sostenido.
CONCACAF
37. Mauricio Pochettino-Estados Unidos
Mauricio Pochettino asumió la selección de Estados Unidos aportando una trayectoria internacional de primer nivel, marcada por sus exitosos ciclos en el Tottenham, el Southampton, el PSG y el Chelsea. Su estilo combina intensidad física, presión coordinada y un enfoque ofensivo basado en la movilidad y la ocupación racional de espacios. Pochettino es reconocido por su capacidad de desarrollar jóvenes talentos y construir equipos competitivos incluso en contextos de alta exigencia.
En Estados Unidos, su llegada significó un salto cualitativo para un proyecto que venía evolucionando con una nueva generación de futbolistas en Europa. Bajo su liderazgo, el equipo encontró mayor orden, agresividad y madurez táctica. La clasificación al Mundial 2026 confirma la consolidación de un proceso ambicioso, con la expectativa de que Pochettino lleve a la selección estadounidense a su máximo nivel histórico.
38. Javier Aguirre-México

Javier Aguirre, una de las figuras más experimentadas del fútbol mexicano, asumió por tercera vez el mando de la selección con el objetivo de recuperar la competitividad y el carácter del equipo. Su trayectoria abarca clubes de España, México, Emiratos Árabes y Japón, donde siempre se destacó por su disciplina táctica, su personalidad fuerte y su capacidad para gestionar contextos de presión extrema. Aguirre es sinónimo de orden, entrega y claridad estratégica.
Su ciclo actual con México apunta a reconstruir una identidad después de años de irregularidad. La clasificación al Mundial 2026 llegó de la mano de un equipo más sólido, estructurado y pragmático. Con Aguirre, México vuelve a apoyarse en su fortaleza histórica: intensidad, compromiso y un equilibrio entre experiencia y juventud. Su regreso ha devuelto estabilidad y confianza al proyecto.
39. Jesse Marsch-Canadá

Jesse Marsch es uno de los entrenadores estadounidenses más reconocidos a nivel global, con una carrera marcada por su influencia en la filosofía Red Bull en Nueva York, Salzburgo y Leipzig. Su estilo se basa en presión alta, verticalidad, agresividad coordinada y un alto ritmo físico. Marsch tiene la capacidad de transformar planteles jóvenes en equipos intensos y competitivos, lo que encaja perfectamente con la identidad futbolística canadiense emergente.
En Canadá encontró una generación histórica encabezada por Alphonso Davies y Jonathan David, a la que le imprimió estructura, precisión táctica y una idea más europea. Su clasificación al Mundial 2026 consolida una selección en crecimiento acelerado. Con Marsch, Canadá se presenta como uno de los proyectos más modernos e interesantes de la confederación.
40. Sébastien Migné-Haití

Sébastien Migné, de origen francés, es un técnico especializado en selecciones nacionales, con pasos previos por Congo, Kenia y Guinea. Su enfoque prioriza la organización defensiva, la intensidad física y la capacidad de competir desde la disciplina táctica. Migné ha desarrollado una reputación como entrenador capaz de potenciar equipos con limitaciones estructurales, elevando su rendimiento y cohesión.
En Haití logró una clasificación histórica al Mundial 2026, un hito que transformó el panorama futbolístico del país. Su gestión combinó trabajo metodológico, confianza en futbolistas del medio local y el aporte de jugadores de ligas internacionales. Migné consolidó una selección combativa y sorprendente, capaz de competir ante cualquier rival de la región.
41. Dick Advocaat-Curazao

Dick Advocaat, uno de los entrenadores europeos con mayor trayectoria en selecciones, llevó su vasta experiencia —Países Bajos, Bélgica, Rusia, Serbia— a Curazao en un proyecto tan ambicioso como inesperado. Su estilo se basa en orden, presión organizada y un uso eficaz de la posesión. Advocaat aporta jerarquía, metodología y una visión táctica muy por encima del estándar regional.
Su impacto fue inmediato: profesionalización del plantel, claridad estratégica y un salto cualitativo tanto en defensa como en ataque. La clasificación al Mundial 2026 es uno de los logros más importantes en la historia del fútbol caribeño. Advocaat convirtió a Curazao en una selección compacta, disciplinada y sorprendentemente competitiva en el ámbito internacional.
42. Thomas Christiansen Tarín-Panamá

Thomas Christiansen Tarín ha sido el artífice de la transformación moderna del fútbol panameño. Con raíces danesas y formación española, su carrera como entrenador incluye pasos por Bélgica y la Segunda División de España. Su estilo promueve una propuesta ofensiva, asociativa y elaborada, muy distinta al modelo histórico del equipo. Christiansen apostó por un fútbol más técnico y dinámico, con énfasis en la movilidad y la posesión.
Los resultados han sido extraordinarios: Panamá mostró evolución táctica, personalidad y una madurez competitiva inédita. La clasificación al Mundial 2026 confirma su trabajo como uno de los más exitosos en la historia del país. Bajo su conducción, la selección panameña pasó de ser un equipo reactivo a uno capaz de dominar tramos enteros de los partidos, consolidando una identidad moderna y ambiciosa.
