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El fútbol día tras día nos enseña historias maravillosas pero, de vez en cuando, también nos trae algunas noticias de las cuáles nos avergonzamos. El Wolfsburgo anunció a lo largo de la pasada semana que su capitán luciría el brazalete con los colores del arcoíris en apoyo a la comunidad LGTBI. Con esta acción, el club alemán quiere luchar contra la homofobia latente en Europa y, sobre todo, en el fútbol y visibilizar la continua lucha por la igualdad de este colectivo. Sin embargo, para sorpresa de todos, Josip Brekalo ha criticado esta acción.

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Josip Brekalo, extremo izquierdo crotata de tan solo 20 años que juega con el Wolfsburgo. Pese a su corta edad, el futbolista no ve con buenos ojos portar estos símbolos y afirmó que él no se pondría este brazalete debido a que es un devoto católico. “Yo siempre he sido muy religioso. Si alguien quiere vivir de otra manera por mí no hay problema, eso es cosa suya, pero cargar con un símbolo con las normas de otra gente… Eso es algo que yo ni quiero ni debo llevar”, expresó.

Por suerte, no todos los futbolistas del club germano piensan igual. El capitán Joshua Guilavogui, que será el encargado de llevar el brazalete, explicó que “los futbolistas somos modelos a seguir y queremos mostrar con el arcoíris que todos somos bienvenidos en el estadio y en el club”.

Las manifestaciones contra la homofobia cada vez son más recurrentes en el fútbol alemán. En la Bundesliga han ido un paso más allá que en otras ligas europeas y no solo han utilizado símbolos contra los jugadores, también se han utilizado desde las gradas. Es muy común observar en las gradas de animación con ideología de izquierdas como se mezclan las banderas del arcoíris con las del propio club. Clubes y afición unidos con un solo fin: eliminar la homofobia de los campos de fútbol.