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En su segunda participación en la Copa Asia, el equipo palestino está en el grupo de Siria, Jordania y Australia, el campeón defensor. Lo más sorprendente, es que el equipo llega a los Emiratos Árabes Unidos (país organizador) con 4 ciudadanos israelíes.

En 2015, Palestina participó en del torneo como ganador del AFC Challenge 2014, un torneo para naciones asiáticas emergentes. Para esta edición, los palestinos recorrieron el camino de las calificaciones tradicionales, aunque se clasificó gracias al nuevo formato de la competición con 24 equipos en lugar de 16.

Después de debutar con un empate (0-0) contra Siria y una derrota (3-0) contra Australia, el equipo palestino empató sin goles contra Jordania, y aun tiene esperanzas de clasificarse para las etapas eliminatorias como mejor tercero. Actualmente 99 en el ranking de la FIFA, el equipo dirigido por Noureddine Ould Ali aspira a dejar una buena imagen dentro del campo de juego.

Con jugadores de los principales clubes de Cisjordania, Hilal Al-Quds (Jerusalén Este), Ahli Al-Khalil y Shabab Al-Khalil (Hebrón) o Shabab Al-Bireh (Ramallah), lo más sorprendente de esta selección es que cuenta con varios jugadores extranjeros, entre ellos 4 israelíes, Mohammed Darweesh, Rami Hamadeh, Abdullah Jaber y Shadi Shaban. Nacidos en ciudades israelíes de mayoría árabe, estos cuatro jugadores fueron entrenados en clubes israelíes de primera y segunda división antes de unirse al campeonato palestino en el curso de sus carreras.

A pesar de que en la selección israelí siempre han habido jugadores árabes como el mítico Rifaat Turk, o los actuales Beram Kayal (Brighton & Hove Albion), Loai Taha (Hapo'el Be'er Sheva), Moanes Dabbur (Red Bull Salzburgo) y Taleb Tawatha (Eintracht Frankfurt), si su nivel no les permite unirse al combinado nacional (que se desarrolla en la zona UEFA), la Federación Palestina, siempre en busca de buenos jugadores, invita a los talentos a jugar con la camiseta roja. Así, además de los 4 israelíes, hay varios chilenos, un estadounidense y un esloveno, todos de la diáspora palestina.

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Lejos del conflicto que ha devastado la región durante más de 70 años, es una oportunidad para que todos estos jugadores sean publicitados y por qué no unirse a los campeonatos de Emiratos Árabes Unidos, Qatar o Arabia Saudita que ofrecen condiciones salariales mucho más ventajosas.