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Las fiestas en el mundo del fútbol son algo poco más que legendario, para la gente de a pie son algo así como los billetes de 500 euros, pues pocos lo han visto en persona, pero todos saben que existen. Evidentemente, la profesionalidad no está reñida con la diversión, pero el problema es cuando esta última está por encima de la primera y hay ciertos futbolistas a quienes la vida nocturna superó al trabajo diurno.

Royston Drenthe nunca será recordado por su exitoso paso por el Real Madrid, sino más bien por la serie de errores y problemas extradeportivos que se sucedieron en su etapa como jugador del conjunto blanco. El holandés concedió hace unos días una entrevista para el portal FourFourTwo en la que rememoró su fichaje por el club español, su estancia en la capital y su salida, además de hablar del resto de su carrera deportiva y musical en el mundo del rap.

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"Escuché que 16 clubes estaban interesados en mí. Hablé con el presidente del Barcelona, Laporta, y con Mijatovic, director deportivo del Real Madrid. [...] Tan pronto como supe que el Real Madrid estaba interesado, decidí hacerlo", comentó el ahora futbolista del Sparta de Rotterdam de la segunda división holandesa. Una gran temporada en el Feyenoord neerlandés despertó en interés de toda Europa en él y decidió fichar por los merengues.

"Cuando era niño, estaba fascinado por todo lo que rodeaba al Madrid. El glamour que rodea al club, como se ve en la película Goal!, era algo de lo que realmente quería formar parte", confesó Drenthe, que con sus palabras ya dejaba claro que quizá lo que más le atraía del club no era lo estrictamente deportivo. El extremo llegó a Valdebebas en 2007 y se integró en el equipo a la perfección.

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"Inmediatamente me sentí como en casa. Todos me dieron una cálida bienvenida. Guti se portó genial conmigo de inmediato, y él era un 'hombre' del Madrid, una leyenda", indica. Sin embargo, ni Guti ni Drenthe fueron los que montaron una discoteca en su domicilio: "Desarrollé un buen vínculo con Robinho poco después de mi llegada. A veces iba a su casa, donde había convertido su sótano en un miniclub nocturno", añadió a continuación el holandés.

El brasileño también fue otro de esos jugadores que llegó joven a Madrid como una promesa del fútbol, como el nuevo Ronaldinho, y lejos de llegar a conseguir lo que el 'Gaucho' logró, se quedó solo con la parte mala. El dinero, la fama y la fiesta le llevó por el mal camino, algo previsible tras la confesión de Drenthe. Un devenir que llevó a Robinho a clubes grandes como el Manchester City o el AC Milan, donde tampoco fue el genio que esperaban.

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Por su parte, Royston salió cedido al Hércules alicantino, donde recuperó su mejor nivel antes de regresar a Madrid para terminar saliendo rumbo al Everton inglés: "Aquel año (en la temporada 2009-2010) me podía comer a los rivales. Pensaba que jugaría todos los partidos. No había ninguna razón para sacarme del equipo, pero la pizarra decía que Marcelo también tenía que jugar, y después de eso nos turnamos. Valdano, el director deportivo, probablemente estaba más emocionado con Marcelo".