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La mancha negra del racismo vuelve a teñirse sobre nuestro deporte. En el encuentro disputado entre el Levante y el Celta ayer, que ganaron los celestes por 0 goles a 1, hubo una polémica, ajena al partido, que envolvió lo que podría haber sido un gran recuerdo de fútbol. Tras acabar el partido, Jefferson Lerma informó en declaraciones en zona mixta que había recibido insultos racistas por parte de Iago Aspas.

El colombiano explicó que “estos actos de racismos no pueden existir. Creo que Aspas me ha dicho 'negro de mierda' y eso no puedo pasar”. El futbolista declaró que intentó hablar con el árbitro y le dijo que lo “tenía hasta los huevos de tanto joderlo”. Además, pidió al colegio arbitral que revisara los vídeos para ver lo que dice y que espera que se tomen represalias contra ello en caso de que existieran estos insultos.

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El futbolista subió a Instagram la imagen que podemos ver arriba, la mano blanquinegra junto al lema “No al racismo”. En los comentarios de la publicación se pueden leer a muchos instagramers apoyando al futbolista y condenando cualquier declaración racista. No ha sido el único apoyo recibido por el futbolista, su club, el Levante, también puso un tweet por el cual mostraban “su firme respaldo al jugador” y rechazaban “cualquier muestra de racismo en el fútbol”.

La respuesta de Aspas no se hizo esperar. El futbolista contestó a través de la web del Celta negando que estas declaraciones existieran. “Lo que se dice en el campo, se queda en el campo. Por ello no voy a reproducir lo que él me dijo a mí. En cualquier caso, yo no le llamé lo que él me atribuye”. Además, el propio club dejó clara su “firme defensa por el juego limpio y el respeto entre rivales, tanto dentro como fuera del campo, valores que son seña de identidad del club y que día a día ponen en práctica cada uno de los equipos celestes, del benjamín a la primera plantilla".

En unos días el comité arbitral revisará el vídeo y podrá aclarar si se realizaron o no estos insultos racistas. Lo mejor que podría ocurrir para el fútbol es que Jefferson Lerma escuchara mal. El racismo es una lacra que avanza a pasos agigantados en la realidad de nuestro país y hay que castigar. Ningún ser humano es mejor o peor que otro por su raza, sexo o clase social.