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Al finalizar el partido entre PSG y Dijon, en donde el equipo parisino dio una auténtica exhibición de fútbol puro, Neymar protagonizó una escena muy peculiar. 

El brasileño, tras sus cuatro goles, se marchaba al vestuario con el balón del partido en la mano cuando Said, futbolista del Dijon, le pidió a Neymar su camiseta. Ney accedió sin ningún problema pero tras dársela, el 10 del PSG le pidió la suya pero el intercambió no sucedió:

No sabemos qué es lo que le dijo con exactitud, pero podemos suponer que quedó en dársela en los vestidores pues algunos jugadores tienen prohibido quitarse las playeras incluso después de terminado el partido.

Neymar jugó probablemente el mejor partido en su corta carrera con los parisinos pues anotó un póker de goles y dio dos asistencias para la victoria 8-0 sobre el Dijon.