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El brasileño pasará uno de los exámenes más complicados desde que es jugador del Paris Saint Germain. La visita al feudo merengue supone una prueba de fuego de cara a la Champions, competición que los capitalinos persiguen con ambición.

El club francés fichó a Neymar y obtuvo la cesión con opción a compra de Kylian Mbappé con la intención de convertirse en un candidato fuerte para luchar por la Liga de Campeones. En la fase de grupos se topó con el Bayern, a quien le endosó un 3-0, pero perdió en la última jornada (2-0). Pese a ello, conservó el liderato y firmó el récord de goles en dicha fase (25).

Ahora toca enfrentarse contra el vigente campeón, que a su vez revalidó el título cosechado en la temporada 2015-16. El brasileño es consciente de que la inversión hecha por Nasser Al-Khelaïfi es para que su equipo levante la Orejona, siendo cualquier escenario sin ella un fracaso deportivo. Por el momento la adaptación de ambos jugadores con Edinson Cavani es formidable, sumando 71 goles y 38 asistencias entre los tres.

El carioca asustó al finalizar el envite correspondiente a la jornada 25 de la Ligue 1, donde su equipo logró vencer por la mínima en su visita a Toulouse. Neymar mostró sus tobillos completamente vendados a través de una historia en Instagram, lo cual parecía indicar que podía tener algún tipo de dolencia física tras haber recibido una fuerta entrada. No obstante, se el espera al cien por cien en la cita del miércoles, donde habrá que ver si celebra San Valentín con su ser más querido en el ámbito profesional: el balón.