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La Champions League es la competición del Real Madrid. Los blancos se transforman, no importa cómo vayan en Liga, que estén haciendo mejor o peor temporada, siempre son candidatos a alzarse con la orejona. De hecho, en los últimos años es la competición que más veces han conquistado. El Santiago Bernabéu es un escenario histórico, un estadio que aporta temor a sus rivales, en él se han gestado grandes remontadas de los blancos, un fortín en el que el Real Madrid casi siempre gana sus batallas. En octavos debe atacar primero, aprovechar la ida en su trinchera para salir atestando el primer golpe a los parisinos. Desde casa deben avanzar, igual que ocurrió en la época de los Bonaparte.

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El Real Madrid acumula 17 partidos consecutivos sin perder en su feudo jugando Champions. Grandes noches europeas se gestaron en el césped del Bernabéu. La plantilla del Real Madrid, uno de los ejércitos de mayor valor, aprovecha muy bien su escenario. Al estilo en el que los soviéticos aprovecharon el frío invierno en la Segunda Guerra Mundial para conquistar media Europa, ellos deben valerse de su estadio para conquistar el fútbol. Se saben imbatibles. Allí han caído los más grandes.

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La hinchada será el gran apoyo para batir el PSG. El Real Madrid siempre fue poderoso pero debe enfrentarse ante un imperio emergente, su ayuda será crucial. Mucha inyección financiera en el Parque de los Príncipes, quieren llevar al equipo francés a lo más alto. El Real Madrid no está bien, está malherido, incluso sufrió en su estadio por conservar un empate ante el británico Tottenham, pero la herida debe ser el empujón necesario. Un Madrid dolido con ganas de reivindicarse, aprovechar el mal momento como el empujón necesario en su competición. Mañana, a las 20:45, se dan cita en el Santiago Bernabéu los Cristiano, Benzema, Kroos y compañía contra Neymar, Cavani, Mbappé y otras tantas estrellas. Veremos un combate de altos vuelos. El Real Madrid debe crecer desde su casa.