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El futbolista francés fue convocado para el envite ante el Chelsea, pero no jugó ni un minuto, dado que el técnico azulgrana se decantó por Aleix Vidal como revulsivo. Ernesto Valverde justificó su elección con el hecho de haber vuelto de la lesión hace poco tiempo.

Ousmane Dembélé está teniendo muy mala suerte en el apartado de la salud, habiendo estado de baja en tres ocasiones por dolencias físicas. La primera fue en el partido en el feudo del Getafe, donde tuvo que pasar por quirófano en setiembre. No pudo jugar hasta enero, visitando al Celta en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey. Sin embargo, recayó en Anoeta diez días después. Volvió ante el mismo equipo madrileño y notó molestias otra vez antes de alcanzar la media hora de juego. El tiempo de baja no alcanzó la semana y ya fue convocado ante el Eibar y ayer contra el Chelsea.

 La contienda europea era de gran exigencia física, dado que los londinenses se caracterizan por tener un esquema defensivo cerrado y muy potente en el cuerpo a cuerpo. Es por ello que Ernesto Valverde decidió dar entrada a Aleix Vidal en banda en el segundo tiempo en detrimento del francés, justificándolo con las siguientes palabras: "Hay que tener en cuenta que estamos en un momento decisivo de la temporada, este es un partido que llevábamos esperando mucho tiempo. Y, bueno, Dembélé ha pasado mucho tiempo lesionado. Y para un partido de estas características, al final, generalmente los entrenadores apuestan por las cosas que conocen y las que tenemos más o menos claras, las que tenemos vistas. En este caso, Aleix también nos da cosa cuando sale y pensaba que nos podía venir bien. Tiene un perfil diferente, y Dembélé ya tendrá oportunidad de mostrar cosas”.

Habrá que ver si el galo parte de inicio en la próxima jornada de LaLiga, donde los azulgranas recibirán a un Girona que es la revelación de la temporada. Tocará dar descanso a algunos futbolistas habituales, que sufrieron un gran desgaste en la contienda europea.