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El Manchester City en esta temporada es casi imparable. Solo ha cosechado dos derrotas si juntamos las actuales ediciones de la Premier y la Champions. Solo el Liverpool y el Shakhtar Donetsk han podido saborear la victoria ante uno de los colosos de Europa. La campaña que están haciendo los de Guardiola es digna para entrar en la historia. 78 puntos en los 29 partidos que se han disputado en la competición inglesa. 

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Con 25 triunfos. 83 goles a favor y solo 20 en contra. Y si vemos la diferencia que le saca a otros equipos ingleses, vemos lo impecables que han estado. El Liverpool, segundo, a 18 puntos. Su vecino, el United, a 19. Y el Tottenham, cuarto clasificado, a 20. Los resultados hablan por si solos. 5-0 a los de Anfield, 3-1 al Arsenal, 4-1 al Tottenham, y otras goleadas a equipos de la mitad superior de la tabla. Cualquier equipo firmaría unas actuaciones similares.

La última víctima de este implacable equipo fue el Chelsea. El partido, en el Etihad Stadium, se resolvió por un ajustado marcador de 1-0. Aunque viendo la superioridad de los locales, la diferencia ha podido saber a poco. El mejor ejemplo que se pudo ver en el partido sucedió en el minuto 74. Lo ocurrido es un fiel reflejo de esta etapa 2017-18 del City.

La posesión la tienen los Sky Blues. El equipo de Conte, con una linea de 5 defensas, apenas hace un ademán de querer robar la posesión. Así que los locales deciden pasarse el esférico entre ellos, ante algún tímido marcaje rival. El entrenador reconoció en rueda de prensa que era la mejor manera de situarse en el partido. En caso de haber ido a empatar el partido, hubiesen sido goleados, declaró. El técnico italiano queda en una mala posición con su club tras ese partido, y el resultado ante el Barça en Champions puede ser decisivo para su futuro.