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Anoche se disputó la Supercopa de Cataluña, envite que enfrentó a FC Barcelona y RCD Espanyol, ambos con jugadores menos habituales en el once titular. Era obligatorio que viajasen 9 futbolistas del primer equipo, pero no era necesario que saltasen al campo de inicio.

El partido entre azulgranas y pericos empezó alocado con ocasiones para ambos equipos y se llegó al descanso del mismo modo. Antes de finalizar el primer tiempo hubo un lesionado por cada bando: Didac Vilà y Denis Suárez. Ambos recibieron la oportunidad de tener minutos tras varios partidos sin jugar y acabaron con la misma y desdichada suerte.

Ya en la segunda, el ritmo bajó notablemente y se llegó al final del tiempo reglamentario sin goles. En la Supercopa catalana no se disputa prórroga en caso de empate, por lo que se pasó directamente a decidir la competición desde los once metros. El primer lanzamiento fue el de Paco Alcácer, que transformó la pena máxima, no como Sergi Darder inaugurando la tanda de los blanquiazules. El resto de penaltis entraron hasta terminar la contienda en 4-2 y el título para el FC Barcelona, con Abel Ruiz como encargado de sellarlo.

Lo curioso de la tanda fue la celebración de Yerry Mina, encargado de transformar el tercer lanzamiento. El zaguero colombiano se caracteriza por bailar después de marcar y esta vez no fue una excepción. Ya anota como azulgrana y, aunque haya sido en una competición secundaria, le dará confianza de cara a partidos más importantes. Se le necesitará a la hora de hacer rotaciones en LaLiga siempre y cuando los azulgrana avancen rondas en Europa. Por el momento, deben eliminar al Chelsea en el Camp Nou tras el 1-1 en Stamford Bridge.