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El astro argentino, Lionel Messi entró el pasado sábado en el segundo tiempo contra el Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán y con en los minutos finales del partido logró remontar un 2-0, para sumar un punto y ponerse a pensar en la Roma y la UEFA Champions League.

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Sin embargo, la Pulga venía de una lesión en sus inquisitoriales que le impidió jugar los amistosos con Argentina, por lo que inicialmente estuvo en el banquillo y solo ingresó con algunas advertencias de los médicos.

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El argentino tenía que evitar, mientras fuera posible, los sprints largos y los cambios de ritmo repentinos para no generar más presión en su pierna derecha que era la que tiene más afectada. 

Y el atacante cumplió al pie de la letra las instrucciones, ya que culminó el partido sin casi realizar estas acciones, logrando rescatar un punto contra un rival complicado y regresó a Cataluña sin sentir complicaciones. 

Si bien Ernesto Valverde confesó que Messi solo estaba al 80%, apostó por la categoría del argentino logró conseguir lo que buscaba con su ingreso sin sufrir consecuencias.