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Zidane se muestra preocupado. No por la temporada que ha tenido el Madrid en LaLiga. Tampoco por el crucial y duro enfrentamiento que tiene ante la Juventus. Ni ante la posibilidad de no continuar para la próxima temporada. Lo que tiene en la cabeza el francés es la existencia de un chivato en el vestuario. Porque está seguro que alguien filtra las alineaciones a la prensa.

Ya le pasó en el partido de la ida de Champions ante el PSG. La emisora Cope adelantaba la alineación, varias horas antes del encuentro. De los once jugadores que habían nombrado, estaba Isco. Un jugador que no está siendo muy utilizado en estos meses, y que no se preveía su titularidad. La filtración enfadó a Zidane. Porque quiere mantener la sorpresa y no dar pistas a los rivales, en especial ante encuentros complicados. 

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Zidane ya ha dejado claro que no quiere tener a nadie que filtre las alineaciones a la prensa. En una temporada en la que ven la Champions como única salvación, la presión que tiene el francés debe ser considerable. Sabe que de no ganar el título, el banquillo blanco tendrá nuevo técnico para la siguiente temporada. Por ello, no quiere que grandes rivales, como los italianos, conozcan de antemano quienes jugarán, y prepararse para contrarrestar el plan que tenga el entrenador.