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 Aún habiendo ganado el doblete esta temporada, la sensación en el Barça es que la temporada no ha sido totalmente exitosa y hay necesidad de reforzar la plantilla imperativamente. Dentro del club existe la idea de que todo depende de Messi, se vio ante la Roma, o al menos, parece que no hay más senda hacia la victoria que Messi tenga la noche inspirada, en otras palabras, no hay alternativas y el equipo tiene carencias.

Según Marca, la idea del club a partir de la próxima temporada es asentar las bases del futuro Barça, una vez los pilares del club ya han superado la treintena, no hay mejor ejemplo de esto que la marcha de Iniesta. Ya se empezó la tarea esta temporada con los fichajes de Dembélé y Coutinho, lo que supusieron un gasto que ronda los 300 millonesde euros, pero su aportación al equipo ha sido desigual. Al joven francés se le ha visto un tanto aislado y su rendimiento, lastrado por las lesiones y la necesidad de adaptarse a la filosofía del club, deja un tanto que desear. El que sí progresa adecuadamente es Coutinho, quien llegó a mitad de temporada y parece estar dejando de ofrecer destellos de calidad a mostrarse más regular.

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El otro que llegará será el brasileño Arthur, de quien se espera mucho, pero hay que darle un tiempo de adaptación, máxime cuando aún no ha jugado en Europa. Pero la gran apuesta de la directiva será Griezmann, por quien no les temblara el pulso en pagar los 100 millones de su cláusula, ya ha habido contactos y el dorsal siete está reservado para él.

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Con la parcela ofensiva más o menos cubierta, el problema se centra en la defensa. Umtiti tiene una cláusula de rescisión de 60 millones, asumible para los grandes europeos, y ya está en marcha la renovación, aunque de momento algo enquistada ya que Umtiti pide mucho más dinero de lo que ofrece el Barça. El club confía en cerrar la renovación, pero ya suenan como alternativas Lenglet (Sevilla) y De Ligt (Ajax), fichajes factibles si se llevan a Umtiti por 60 millones, que incluso podrían llegar sin tener que marcharse Umtiti.

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El problema, como siempre, estará en dar salida a los descartes y sacar dinero por ellos para fichar. Primero está el caso de los cedidos; Rafinha podría quedarse permanentemente en el Inter si consiguen el pase a la Champions, aunque lo italianos quieren ahora renegociar su opción de compra de 35 millones para bajarla a 20; Turan no se está revalorizando en Turquía y por Deulofeu tendrán que sentarse a negociar con el Watford. Caso aparte son los descartes, Aleix parece que saldrá sí o sí, por André Gomes hay ofertas llamativas y Paco Alcácer saldrá si llegase Griezmann. Luego está el caso de Yerry Mina, quien es probable que salga cedido para ganar experiencia.