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Los aficionados del Real Madrid esperan con ansia la llegada del día 26 de mayo para ver jugar a su equipo una final de Champions por tercera vez consecutiva. Los blancos necesitan ganar el único título que les queda en juego para salvar una temporada irregular y se enfrentarán al Liverpool con una gran noticia de cara a la final de Kiev.

Y es que Zinedine Zidane podrá contar con su plantilla al completo, algo que no ha podido hacer prácticamente durante toda la temporada. Con un Isco que reapareció a lo grande el pasado sábado, ahora se espera que sean Carvajal y Cristiano Ronaldo los que a lo largo de esta semana vuelvan a entrenar con sus compañeros y tengan minutos frente al Villarreal en el último partido de Liga que se celebrará el próximo fin de semana.

Con estas dos recuperaciones, la enfermería blanca quedará vacía al fin después de una campaña en la que el club ha atravesado un total de 36 lesiones. Hasta 20 jugadores han tenido problemas físicos desde el mes de agosto y se han salvado este año nada más que Casemiro, Achraf, Mayoral y Kiko Casilla. 

En este sentido, la labor del técnico para este encuentro en el que los merengues no se juegan nada, es la de conseguir que todos los titulares estén rodados para esa final del día 26 y que ninguno caiga de nuevo lesionado. Por tanto, estudiará cada caso de manera personalizada y racionará los minutos que necesita cada jugador.

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Todo lo contrario le sucede al Liverpool, que ha visto cómo se le están acumulando las bajas a 11 días de la final de la Liga de Campeones. A las bajas seguras de Emre Can, Oxlade-Chamberlain, Joe Gomez y Matip, se podría unir un Milner que está entre algodones después de perderse el último encuentro de la Premier por problemas musculares.

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