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El Barcelonaha cuajado una temporada de sobresaliente. Los culés han ganado el doblete y han aguantado casi toda la temporada liguera sin perder. Sin embargo, tienen tres manchas negras en el primer año de Valverde. La Supercopa de España, la remontada de la Roma y los cinco goles del Levante, su única derrota en Liga. ¿Qué tienen en común estas tres derrotas? Que en ninguna de ellas jugó Paulinho.

Paulinho fue el fichaje más cuestionado de la temporada. Fueron muchos los que se rieron este verano del brasileño que llegaba de la liga de China. Él nunca levantó la voz, ni siquiera se refirió a las burlas. Simplemente trabajó y entrenó… y el trabajo le dio sus frutos. Ha sido una sorpresa en positivo, el brasileño se ha adaptado muy bien al juego del Barcelona y es uno más con los Busquets, Messi, Iniesta y demás.

Casualmente, el resto de grandes jugadores sí que participaron en alguna de las tres vergüenzas culés de la temporada. Solo Paulinho, que llegó mal pero creció, no ha participado en ninguno de los tres choques. Tal vez los culés echaran de menos su contundencia, su poderío en el centro del campo o su llegada a área. No sabemos si creer en las casualidades pero esto no lo es.

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