El gafe de la selección española contra los equipos anfitriones
Al final, ni Rusia, ni el mal juego van a ser el principal adversario de la selección en su enfrentamiento de octavos, sino que será la historia. En otras palabras, a la luz de los resultados obtenidos por la selección contra los anfitriones de todos y cada uno de los torneos que ha disputado, España no solo tiene que jugar contra Rusia, sino también contra el destino.
La selección española jamás ha ganado a un equipo anfitrión, ni en Copas del Mundo ni en Eurocopa. El único precedente favorable es la Copa Confederaciones de 2009, en la que derrotó hasta dos veces a Sudáfrica, pero luego perdió contra Brasil en la final de la Confederaciones de 2013.
En los mundiales han sido tres veces la que ha caído contra los anfitriones. La primera en 1934 en Italia. Empataron el primer encuentro contra los transalpinos, pero en el partido de desempate perdieron por la mínima en cuartos de final. Dieciséis años después, en Brasil 50, fueron goleados en la final a cuatro por 1-6, España acabaría aquel mundial cuarta y última de esa fase final. Habría que esperar hasta 2002 para enfrentarse a otra anfitriona, Corea. Es la ocasión de más infausto recuerdo. España fue muy superior a Corea, pero el colegiado egipcio Al-Ghandour, en encargó de frenar a la selección durante los 120 minutos de partido para que finalmente Corea se impusiera en la tanda de penaltis.
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En las Eurocopa la cosa tampoco ha ido mejor. En Italia 80 empataron a cero en fase de grupos, mientras que perdieron al final de Francia 84 por 2-0 y en fase de grupos por el mismo resultado en Alemania 88. En 1996 volvieron a la Eurocopa después de no hacerlo para Suecia 92 y también cayeron contra la selección anfitriona, Inglaterra, en la tanda de penaltis de cuartos de final, tras empatar a cero el partido. Finalmente, en la Euro de Portugal 04, España se jugaba pasar a cuartos contra la anfitriona después de ganar y empatar el primer y segundo partido (a Rusia y Grecia respectivamente) pero finalmente cayó por 1-0 contra la Portugal de Figo y un joven Cristiano Ronaldo.
