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La decisión de Mauro Zárate de dejar Vélez para convertirse en jugador de Boca levantó polvareda. En Liniers aún no salen del estupor por la partida del gran ídolo, quien supo decir no mucho tiempo atrás que la del Fortín sería la única camiseta que vestiría en el país. Para Roly, su hermano, fue como si "le clavara un puñal"y para los hinchas, una verdadera traición.

Pero, ¿qué fue lo que llevó al delantero a traicionar su propia palabra y a decepcionar a los miles de hinchas que lo fueron a buscar a Ezeiza cuando volvió de Europa? Sergio Rapisarda, presidente de la institución, confesó una charla que tuvo con él.

"Mauro me dijo que se iba a Boca porque le prometieron la Selección. Nosotros teníamos todo arreglado hace diez días y empezaron a jugar llamados de dirigentes y entrenadores. Heinze le habló a Mauro de los códigos y de la importancia de la palabra en un hombre. Ahora tenemos que estar unidos y más juntos que nunca", aseguró.

"Lo llamé a Angelici y le pedí que no se meta, que pare con los llamaditos. Vélez no tiene el monedero de otros clubes pero sí tenemos principios", agregó en referencia al accionar de la dirigencia de Boca, acostumbrada a hacer uso y abuso de su poder.

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"Acá había hasta jugadores que lo tenían de ídolo y hoy se habrán dado cuenta de quién es", cerró Rapisarda.

Ahora, la pregunta que todo el mundo se hace: ¿es Angelici capaz de prometerle a un jugador la Selección? ¿Tiene esa potestad o es apenas una falsa estrategia de seducción? Si la tiene, el fútbol argentino está en verdaderos problemas...