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La jueza Carmen Lamela ha enviado a juicio al expresidente del Barça, Sandro Rosell, por blanquear unos 20 millones de euros de la Confederación Brasileña de Fútbol, Además, le pide una fianza de 78,6 millones de euros, que debe a depositar en un plazo de 24 horas. Junto a él, se encuentran su mujer y otros cuatro investigados.

Hace dos días, la Fiscalía de la Audiencia Nacional presentó su escrito de acusación, pidiendo 11 años de cárcel y una multa de 59 millones de euros por delitos de blanqueo y organización criminal. En este escrito, la fiscal acusa que "al menos desde el año 2006, formaron una estructura estable, reforzada por vínculos de amistad y parentesco, dedicada al lavado de capitales a gran escala". 

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Añade que, los encausados, facilitaban "sus relaciones personales y profesionales, sus conocimientos sobre operativa bancaria, la creación y uso de denominaciones sociales de las que eran titulares (muchas de ellas, puramente instrumentales, sin infraestructura y radicadas en paraísos fiscales y/o territorios offshore), sus identidades y hasta sus propias cuentas bancarias".

El objetivo de estas acciones era "permitir a otros la realización de determinadas operaciones cuya finalidad era la incorporación al tráfico legal de los beneficios obtenidos en actividades penalmente relevantes cometidas en cualquier país del mundo".