Skip to main content

Ricardo Centurión es un jugador que siempre da para hablar. Sus actos de indisciplina llevaron a que no juegue más en Boca, más allá de sus excelentes rendimientos en el campo de juego. Su carrera estuvo llena de polémicas, conflictos y ahora decidió romper el silencio.

Ricky fue uno de los invitados a PH, Podemos Hablar, programa que conduce Andy Kusnetzoff en Telefé y habló sobre todo. Sus más importantes confesiones fueron sobre el consumo de drogas y el uso de armas.

"Cuando debuté en Primera, me llegó todo junto y agarré marihuana. Hoy hay controles antidoping y te caen de sorpresa. Por ahí van en la semana y, si lo hiciste, es una mancha que no te la sacás más. Antes, los controles eran una vez por semana y te podías mandar un blooper. Pero sí, experimenté con drogas", confesó.

"Yo me saqué la primera foto con un arma en un barrio de San Nicolás, antes de ser profesional, y me jugó en contra. Me gustan las armas, pero jamás cometí un delito.Si me hubiera criado con yates, me sacaba fotos con yates. No tuve esa suerte", agregó.

Por último, contó la situación en la que se lo vio coimeando a un agente de tránsito. "Fue en Lanús, venía de bailar y estaban parando. Hice que paraba y seguí, crucé un semáforo en rojo y me siguieron hasta que me pararon. ¡Eran como siete! Ahí le empecé a hablar. Lo quise coimear, cosa que está mal. Tomó mucha trascendencia pero no nos fijamos en otras cosas. 'Centu hizo esto, lo matamos. Es un negro villero, un cabeza'. Yo me río, pero mi abuela lo consume", disparó. Un relato conmovedor.