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La ciudad de Miami sigue resistiéndose al glamour del exastro del futbol inglés David Beckham, quien tras casi cinco años de lucha para establecer una franquicia de la MLS aún no tiene un terreno seguro para construir su estadio.

Una demanda de último minuto sobre el uso del suelo debe resolverse antes y además, el futuro del nuevo estadio que, se espera esté listo para el 2020 cuando la franquicia empiece a jugar, dependerá de un referendo en noviembre próximo.

Un juez del condado de Miami-Dade continuará este lunes escuchando a las partes: Un demandante, la ciudad y el equipo de Beckham sobre una supuesta violación de las leyes municipales por parte de la ciudad.

La demanda fue presentada por el abogado William Douglas Muir, quien alega que la ciudad ha violado su estatuto al buscar un acuerdo sin licitación pública de los terrenos del campo de golf del Melreese County Club, donde Beckham pretende construir su complejo deportivo.

De acuerdo con la propuesta presentada por Miami Beckham United, el grupo encabezado ahora por el millonario líder cubanoamericano Jorge Santos, pagaría $3.5 millones de dólares por la renta de los terrenos.

Mediante la oferta los socios de Beckham esperan donar $20 millones de dólares a la ciudad para contribuir a la activación del nuevo parque que crearían en el lugar, el cual se estima tendría un valor de 1,000 millones de dólares con un estadio de 25,000 asientos al lado del Aeropuerto Internacional.

El proyecto del "Miami Freedom Park" es quizás el complejo tecnológico más ambicioso lanzado en la ciudad y abarca más de 445 mil metros cuadrados, que incluiría campos de futbol, tiendas y lugares de entretenimiento, restaurantes y un hotel con 750 habitaciones.