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El partido de la discordia. El encuentro por el que la AFE ha amenazado a Javier Tebas con hacer huelga si finalmente se lleva a cabo. El choque por el que muchos hinchas se han levantado a través de las redes sociales.

Será un derbi catalán. El Girona – Barcelona es el partido elegido para disputarse en los Estados Unidos de América. Un encuentro que, al disputarse lejos de Cataluña, evitará que muchos culés de Girona puedan ver a los blaugranas cerca de su casa y que enfriará cualquier síntoma de derbi. Sin aficiones la tensión propia de un encuentro entre rivales vecinos desaparece.

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El Girona debe aceptar ante LaLiga la disputa de este partido fuera de territorio gerundense. Los aficionados del club es lógico que protestarán contra esta medida. Han pagado un abono que incluía la visita del Barcelona a Montilivi y es un partido que ya no podrán disfrutar en la segunda campaña de su historia en Primera División. Probablemente el más esperado de la temporada para muchos de ellos.

El calendario sitúa este partido en medio de los cuartos de final de Copa del Rey. Una fecha que Javier Tebas ha considerado idónea para que los dos clubes puedan desplazarse hasta Estados Unidos sin que el jet lag les afecte demasiado. La gran verdad es que un equipo como el Girona, aspirante a la permanencia, tendrá un partido menos como local que el resto de sus rivales.