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Según el diario Sport, el club italiano y el azulgrana vuelven a coincidir en un objetivo como ya ocurrió con Malcom Filipe. Esta vez se trataría de Domenico Berardi, atacante de 24 años del Sassuolo e internacional con Italia.


El futbolista nacido en Cariati Marina (región de Calabria) se formó en las categorías inferiores del club neroverdi, llegando al primer equipo en el año 2012 sin haber cumplido la mayoría de edad. En apenas un curso, la Juventus vio el potencial suficiente para invertir 4'5M en él y dejarlo cedido en el mismo club para dos temporadas, pero decidió venderlo en 2015 por 10M a la misma entidad. Entre 2015 y 2017 experimentó un crecimiento notable que le convirtió en uno de los mayores atractivos jóvenes de la Serie A, pero en el último curso ha sufrido cierto estancamiento.

Domenico Berardi puede ocupar todas las posiciones del ataque, aunque se desenvuelve con mayor peligro por el extremo derecho, lugar donde los azulgrana tienen efectivos como Lionel Messi o incluso Ousmane Dembélé y Malcom Filipe de cara al presente y el futuro. El brasileño protagonizó una situación que quiere evitarse desde la Roma, puesto que a falta de la firma oficial decidió cambiar de idea ante el interés del FC Barcelona.

Según Sport, ambos clubes están interesados en el italiano, que ha sido internacional con la escuadra azzurra en cuatro partidos, jugando únicamente uno de ellos. Como ya hemos mencionado, el ataque azulgrana parece bastante cubierto, salvo que se trate de una opción para ocupar la demarcación de nueve con movilidad tratando de preparar el relevo de Luis Suárez. En la plantilla de la capital italiana, por su parte, cuentan con una promesa como Cengiz Ünder como único extremo derecho puro, por lo que el interés tiene sentido.

Según Transfermarkt, portal web especializado en la tasación de futbolistas en base a variables como el club, la edad, el rendimiento o la proyección, Berardi tiene un valor de mercado de 18 millones de euros, cifra que ha disminuido respecto a los 25 del pasado verano. El jugador renovó su contrato precisamente hace un año, extendiéndolo hasta 2022, por lo que no sería extraño que la cantidad mencionada fuese muy inferior a las pretensiones del Sassuolo.

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