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El técnico Valverde sorprendió a todos cuando anunció que Messi comenzaría el partido ante el Athletic Club desde el banquillo.

Tras una mala primera mitad de los culés, en la que se encontraron en desventaja, el argentino ingresó al campo de juego y fue vital para rescatar al menos un punto.

Sin embargo, una vez terminado el partido, Messi se quedó varios minutos discutiendo con el árbitro. Jaime Latre le escuchó pero finalmente terminó amonestándolo.

Un síntoma del momento que atraviesa el Barcelona.