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Pese a dejar la selección española después de disputar el pasado Mundial de Rusia, Gerard Piqué no está descansando durante los parones de selecciones que la FIFA ha implantado en los dos últimos meses. El central del Fútbol Club Barcelona ha dejado de asistir a los encuentros con el combinado nacional pero, a cambio, ha encontrado otro entretenimiento en un deporte que también le apasiona, el tenis.

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El jugador culé se ha propuesto cambiar el diseño de la mítica Copa Davis, que tantas alegrías ha dado a España, y para ello está viéndose envuelto en una serie de trámites y compromisos que le están poniendo difícil el hecho de descansar cuando no tiene que disputar ninguna competición. Piqué, con su ausencia ya definitiva de la Selección, se ha ahorrado cuatro partidos en lo que va de temporada, reduciendo considerablemente el número de minutos en sus piernas. El central debe estar en plena forma en esta campaña ante la falta de sustitutos de garantías en su club y más aún con la plaga de lesiones que asola al Barça últimamente.

Sin embargo, el esfuerzo físico que el catalán ha evitado dejando al combinado nacional lo ha sufrido a base de viajes y kilómetros de vuelos para seguir adelante con su nuevo proyecto. La idea de renovar la Copa Davis le está suponiendo grandes viajes a Gerard Pique, desplazamientos mucho más lejanos a los que hacen los que eran sus compañeros de selección.

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En septiembre el central del Barça viajó a Nueva York, donde se disputaba el US Open, para seguir fomentando su iniciativa y ver algún partido. Una gran carga de kilómetros de avión que se suma a la que ha acumulado en estos últimos días, viajando a China, al Masters 1000 de Shanghai, donde se reunió con Novak Djokovic para convencerle de que su idea no era para nada descabellada. Diez mil kilometros de ida y los mismos de vuelta que pueden suponer una carga importante para un Piqué que en los próximos encuentros va a estar sometido a una exigencia y presión mayores ante la falta de efectivos para ocupar su puesto y la necesidad de conseguir buenos resultados.

El último destino del central culé ha sido Madrid, Piqué cruzó ayer miércoles el conocido 'puente aéreo' entre las dos ciudades tras entrenar con el equipo para presentar la nueva Copa Davis en IFEMA. Una competición que tendrá en la capital española su sede durante las dos primeras ediciones de la misma. Son 33.000 kilometros ya los que Piqué acumula en viajes a causa de su proyecto con la Davis que pueden costarle caro en algún momento de la temporada.