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El Real Valladolid no empezó la temporada de la mejor forma posible. Los pucelanos aparecían en los medios pero por el polémico estado de su césped y solo consiguieron dos puntos en sus tres primeros partidos. La afición empezaba a mirar con temor el descenso. Sin embargo, pasadas estas jornadas, otro acontecimiento les ponía en primera plana futbolística. Ronaldo entraba al club como máximo accionista. Desde ese momento todo ha cambiado, el Valladolid ha conseguido 13 puntos de 18 posibles y está el sexto clasificado, en puestos de clasificación europea.

Ronaldo ha generado una influencia e ilusión, tanto en los despachos del club como en la afición, que se ha terminado contagiando a los jugadores y a su papel sobre el terreno de juego. Desde la llegada de Ronaldo la ilusión brotó en la ciudad castellana. Cientos de hinchas acudían a los entrenamientos a vitorear y poder conocer de cerca a una de las mayores estrellas del fútbol, a O’Fenomeno. El exdelantero siempre se restaba importancia y les invitaba a aplaudir a los futbolistas. Ellos eran la parte importante del Valladolid.

La afición hizo caso a su presidente y se ha volcado convencido. Parecen estar convencidos que con una figura como Ronaldo manejando los hilos en los despachos, este club puede hacer grandes cosas. Los futbolistas están respondiendo. Cuatro victorias y un empate en los seis partidos que llevan disputados y Sergio González como uno de los técnicos revelación del inicio liguero. El efecto Ronaldo.